En contadísimas ocasiones he decidido compartir un antiguo recuerdo de Facebook.
Sin embargo hoy, en atención a la actualidad informativa, haré una excepción para manifestar de nuevo mi posición al respecto, como ciudadana y también como jurista.
Si tienen a bien leer el artículo adjunto, hallarán entre sus líneas mi siguiente reflexión: “Puede que la legalidad aluda al contenido de la ley pero, cuando ésta se interpreta torticeramente, se convierte en éticamente ilícita y socialmente ilegítima. Tener que lidiar con esta realidad me sigue afectando profundamente. Me resulta desesperante constatar el abismo que, a menudo, separa lo legal de lo moral y, por qué no decirlo, de lo decente”.
Han pasado ya siete años de su publicación y sigo pensando exactamente lo mismo.
Feliz semana, a pesar de las circunstancias...
No hay comentarios:
Publicar un comentario