Nunca me canso de repetir que aprender a leer cambió mi vida para siempre, hasta el punto de que sin la fiel compañía de las palabras no sería quien soy ni como soy. Los libros abren mi mente y ensanchan mi espíritu. Por ese motivo, el 23 de abril representa para mí una jornada muy propicia para alabar públicamente tu talento como narrador de historias que llegan al corazón.
Cada una de las siete novelas que has publicado (“El peso del tiempo”, “El amor y otras vías de escape”, “La sonrisa Duchenne”, “Las tormentas interiores”, “Amanecer en el ocaso”, “Historia desconocida de mis antepasados” y “La culpa transparente”) constituye un regalo en sí misma, de modo que en estas fechas quiero invitar de nuevo a su lectura.
Porque sé cuánto de ti hay en ellas y porque me consta con qué entrega las has escrito durante estos largos años de amor compartido. Pero, sobre todo, porque ser tu "musa" ha sido, es y será mi mayor privilegio.
Con infinito agradecimiento en el Día del Libro 2025.