Me siento extremadamente feliz y orgullosa de haber acompañado a mi querida y admirada Josefa Santiago en la inauguración de la plaza lagunera que desde la pasada semana lleva tan merecidamente su nombre.
Su esforzada labor durante décadas al frente de la Asociación de Mujeres Gitanas “Romí Camela Nakerar” la convierte en un icono de la igualdad, la justicia y la sororidad.
Asimismo, ha supuesto un inmenso placer para mí reencontrarme de nuevo con el director del Instituto de Cultura Gitana, Diego Fernández, y con la activista Voria Stefanovsky, tanto como conocer por fin a la realizadora, guionista y productora Pilar Távora, cuya extensa trayectoria artística le define.
Gracias de todo corazón, Josefa, por tu constante ejemplo de lucha, entrega y generosidad en un mundo que, ahora más que nunca, necesita amor y fraternidad sin límites.
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