martes, 18 de julio de 2017

EL ARTE COMO CURA DEL ALMA





La utilidad de las artes es incuestionable. Se aprende tanto a través de ellas… Se viven unas experiencias tan únicas en su compañía… A través del arte conectamos con el mundo, con los artistas y con la Humanidad en sí misma, como si un hilo invisible nos uniera pese distancias kilométricas de separación. Y, como los sentimientos y las emociones son universales y nos conciernen a todos, cada manifestación artística nos despierta un estímulo diferente. 

El arte es bálsamo y refugio. ¡Qué maravilla expresarse por medio de una pintura, una escultura, una composición musical o una poesía, si ya lo es el hecho de poseer la sensibilidad necesaria para valorarlas y disfrutar de ellas! Por lo tanto, no es de extrañar que la circunstancia de afrontar una estancia hospitalaria ayudado por la contemplación de una selección de lienzos sirva en muchos casos para que un paciente se sienta mejor. 

Esta es la premisa de la que ha partido el proyecto ARTE QUE SANA EL ALMA, impulsado por la Comunidad de Madrid en colaboración con el Museo Thyssen. Defendiendo la idea de que los museos no deben ser únicamente espacios que alberguen obras de arte, sino que tiene también que asumir una responsabilidad social mediante programas educativos y de integración, la citada pinacoteca ha cedido al Hospital de media estancia La Fuenfría parte de su colección: 300 láminas de 27 cuadros elegidos por un médico especialista en Arte y Medicina. 

Se trata de una iniciativa enmarcada dentro del objetivo de humanizar la atención sanitaria y viene avalada por el desarrollo de otra muy similar llevada a cabo en Escocia, aunque en el caso de la capital de España son los propios enfermos quienes deciden qué obras visionar. La disminución de la frecuencia cardíaca, del estrés y del umbral del dolor son algunas de las ventajas demostradas científicamente con esta práctica. Por ejemplo, el predominio de los tonos verdes y azules ayuda a rebajar la ansiedad y el sufrimiento, mientras que los paisajes contribuyen a reducir el ritmo respiratorio y las palpitaciones, con lo que se eliminan la negatividad y los miedos. 

El centro hospitalario ha elaborado un catálogo que mostrará a los pacientes en el momento de su ingreso para que elijan la opción que más les guste y, ya enmarcada, se colocará en su habitación. Joyas como “La casa blanca” de Erich Heckl, “Mujer con sombrilla en un jardín” de Pierre-Auguste Renoir, “Bailarina basculando” de Edgar Degas, “Martha Mckeen de Wellfleet” de Edward Hopper (en la imagen) o “Mujer en el baño” de Roy Lichtenstein decorarán las habitaciones de las personas ingresadas. Sin duda, una propuesta altamente recomendable que ojalá se extienda a otras Comunidades Autónomas.

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