martes, 3 de julio de 2018

UN 3 DE JULIO






Tal día como hoy, un 3 de julio, pisé por primera vez el Archipiélago Canario, siete islas extraordinarias que laten al unísono sobre un mismo mar, el inmenso Océano Atlántico. 

Por aquel entonces, los caprichos del destino decidieron trasladar aquí mi cuerpo y mi alma a sabiendas de que era el enclave idóneo para devolverme a la vida, para amar y ser amada, para traer al mundo a nuevos seres y para custodiar el recuerdo de mis padres. 

Siete tierras singulares, diferentes entre sí pero plenas de idéntico encanto, abrazadas por el mejor clima del mundo y habitadas por gentes de acentos dulces y espíritus forjados en la lejanía. 

A lo largo de estos más de cuatro lustros de adopción he podido conocer a fondo todas ellas, desde Tenerife a La Gomera, desde La Palma a El Hierro, desde Gran Canaria a Fuerteventura, desde Lanzarote a La Graciosa -tan pequeña, tan grande…-. 

Y en todas y cada una he sido feliz por distintos motivos: personales, profesionales, artísticos y culturales. Ojalá aquel destino caprichoso me siga brindando la oportunidad de devolverles lo que me regalan tan generosamente a diario. 

Para ellas va mi infinita gratitud. Entre isas y folías. Entre volcanes y playas. Entre papas y mojos. Entre palmeras y dragos. Y siempre, siempre, a la sombra del Teide.

No hay comentarios:

Publicar un comentario