Todavía tragando saliva y profundamente emocionada ante su impagable regalo, no tengo palabras para agradecer de todo corazón a mi querida Eva Castillo el presente texto, publicado el pasado sábado en su columna de Diario de Avisos.
Ha transcurrido ya una semana y transcurrirá un mes, un año, una década y un siglo. Pero nunca jamás olvidaremos a Alexis, ni sus risas ni sus abrazos.
Como bien titulas, "no podemos permitirnos olvidarte". Y no lo haremos. Muy al contrario, le echaremos de menos toda la vida.
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