Mi cumpleaños se aproxima. Hoy inicio mi particular cuenta atrás de celebraciones. Tres,
dos, uno, 25. El martes es mi día. Cuarenta y nueve veranos atrás era jueves. Con
el fin de semana en puertas y en una Pamplona ansiosa por iniciar el estío y
las fiestas de San Fermín, llegué a este mundo convulso en el que, por fortuna,
todavía sigo.
Y lo cierto es que, desde hace casi medio siglo, me acompaña la misma ilusión por celebrar
esta fecha, a pesar de que mi entusiasmo resulte, en
ocasiones, incomprensible. Desde luego, no será porque no me afane en explicar que
la otra alternativa a soplar velas es indudablemente peor. Sin embargo, no triunfo
en mi empeño. Y bien que lo siento...
El caso es que, mientras desayuno, leo en mi horóscopo (ése al que sólo hago caso a discreción) que estoy a
punto de disfrutar de un período dorado en el que la suerte me sonreirá, que Venus
transitará por mi signo hasta el día 27 y que su energía contribuirá a que
aflore en mí la ternura -me pregunto si corro el riesgo de sufrir un coma
diabético, porque de sentimientos a flor de piel ando excedentaria-.
También me informa de que el acontecimiento astral más relevante será la
llegada de Júpiter a Cáncer (qué sería de mí sin mi bendito caparazón) y de
que la noche de San Juan vendrá acompañada de la Luna Llena (qué sería de mí
sin mi satélite de cabecera). Y, cómo no, me recuerda que tengo que pedir un
deseo a la luz de la hoguera.
Pues ahí va. Pido poder seguir compartiendo espacio y tiempo con quienes son esenciales para mí. Aquellos que forman parte de mi biografía. Aquellos sin cuya existencia mi vida no sería como es. Los que tengo
cerca y los que me acompañan desde la distancia. Los que no me olvidan y a
quienes tampoco yo olvido.
Su recuerdo y su felicitación serán mi mejor regalo.
Pues muchas felicidades...y que siga por los siglos de los siglos.
ResponderEliminarUn beso.
Juan Luis.
Muchas gracias, Juan.
ResponderEliminarMe han encantado vuestros regalos pero vuestra amistad los supera. No tiene precio.
Besos mil.
MYRIAM
Myr, mil felicidades y mil perdones. La culpa la tiene Wert. Te llamo y te cuento. Besicos.Rose.
ResponderEliminarCodearse con Ministros es lo que tiene...
ResponderEliminarNo te preocupes, princesa. Me doy por felicitadísima. Charlaremos largo y tendido en cuanto podamos.
Besos veraniegos
MYRIAM