Este martes 16 de abril se celebra el XIV Día Mundial de la Voz con el objetivo de concienciar acerca de la importancia de mantener este instrumento tan propio del género humano en las condiciones más adecuadas para el óptimo desarrollo de sus actividades personales y profesionales.
Desde su nacimiento en 1999, la celebración del Día Mundial de la Voz se realiza a través de numerosos eventos, entre los que destacan conciertos, conferencias, consultas médicas sobre su cuidado, charlas educativas y apariciones tanto en medios de comunicación tradicionales como en nuevas plataformas digitales y aplicaciones multimedia.
Caprichos del destino, también se conmemora el aniversario de la desaparición del cantante Nino Bravo, una de las voces más insignes que ha dado nuestro país. Aunque yo era muy pequeña en 1973, recuerdo perfectamente el impacto que produjo sobre la sociedad española su prematura muerte tal día como hoy a consecuencia de un accidente de tráfico. Para mí, escuchar cada una de sus canciones equivale a reconocer su inmensa valía como artista y la calidad de una voz que esta jornada celebra su Día Mundial. Creo firmemente que en estas cuatro décadas no ha surgido en España ningún otro cantante capaz de hacerle sombra. Su legado pervive intacto en muchos de quienes le admiramos y sus temas continúan emocionando a millones de personas en el mundo entero.
La huella de una voz puede ser de tal magnitud que ayude a rememorar eternamente a quienes hicieron de ella el mejor uso. Y Nino Bravo es el mayor ejemplo.
Siempre, gracias. Y un beso. Y una flor.
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