"El peor de los temores para una persona adulta
es que cualquier horror que crea superado pueda volver algún día. Nada es más
terrorífico que pensar que el miedo que una vez estuvo a punto de matarte siga
vivo y pueda regresar, atraparte y acabar contigo".
Esta reflexión no es mía, aunque la comparto al cien
por cien. Pertenece a Dolores Redondo, autora de la novela “El guardián
invisible”, que ayer terminé de leer. Más de cuatrocientas páginas devoradas en
apenas tres días.
Ni siquiera ha transcurrido una semana desde que supe de
la existencia de este libro e inmediatamente me sentí atraída por su lectura. Y
no precisamente por el género al que pertenece -la novela policíaca- sino por
los escenarios en los que transcurre. Escenarios que conozco bien, porque
también yo –como la inspectora de la Policía Foral Amaia Salazar- he nacido en
Navarra y he visitado el valle de Baztán en numerosas ocasiones, tanto los
pueblos que lo integran – siendo Elizondo, un protagonista más del relato, el
más poblado de todos ellos- como los bosques que lo circundan.
Bosques misteriosos, habitados según las antiguas
leyendas por seres mitológicos y almas que hunden sus raíces en hechizos y
brujerías. Hayedos frondosos y húmedos cuyo suelo es una alfombra de hojas
secas que crujen al sentir las pisadas de quienes se atreven a penetrar en
ellos.
Página a página, me he sentido transportada en
cuerpo y alma a mi Pamplona de infancia y juventud, a sus calles y plazas, al
ir y venir de sus gentes. Y, más aún, he recorrido las márgenes del río Baztán,
he escuchado su ruido ensordecedor cruzando la villa señorial de punta a punta
y he disfrutado con la descripción de esa sociedad matriarcal que tan bien
conozco. Una sociedad en la que las mujeres tienen un peso específico superior
a cualquier otra y en la que los sentimientos a veces se ven postergados por un
profundo sentido del deber, con el dolor que ello conlleva.
Por eso, más allá de los macabros crímenes, más allá
de la investigación policial, me quedo con los perfiles femeninos dibujados por
Redondo, de una fuerza y una personalidad intensísimas, particularmente Amaia
Salazar, la mujer que intenta liberarse de un pasado que la atormenta. Amaia
mujer, esposa, hermana, cuñada, sobrina y, por encima de todo, hija de una
madre que nunca la amó y que la destroza en sus pesadillas, de día y de noche, dormida y despierta.
"El peor de los temores para una persona adulta
es que cualquier horror que crea superado pueda volver algún día. Nada es más
terrorífico que pensar que el miedo que una vez estuvo a punto de matarte siga
vivo y pueda regresar, atraparte y acabar contigo".
Es verdad. Yo lo sé.
Es verdad. Yo lo sé.
Querida Myr, me ha encantado tu entrada sobre el guardián invisible, que he leido y que me ha encantado: me acordé de ti, de cómo te sentirías al transportarte a Navarra en su lectura. Pensé recomendártelo, pero se me fue pasando y voilá!, como siempre coincidimos. Por algo te quiero tanto. Besicos forales. Rose.
ResponderEliminarAñorada amiga:
ResponderEliminar¡Qué bien me conoces! No en vano nuestra amistad se extiende a lo largo de dos décadas y continúa gozando de una salud extraordinaria.
Sólo me queda darte la razón cuando afirmas que siempre coincidimos.
Es la pura verdad. Será por eso que yo también te quiero tanto, porque representas lo mejor de las mujeres de nuestra querida tierra, por la que tanto luchas a diario.
Mil besos y feliz semana.
Hola, he venido por recomendación de tu señor esposo, que me ha comentado que también habías reseñado el libro. Yo también lo he devorado y si que tienes que habrlo disfrutado si conoces dónde se desarrolla la trama, a mi me han entrado ganas de pegarme un buen viaje para conocer la zona.
ResponderEliminarUn abrazo, te sigo.
Muchas gracias, Meg, y bienvenida a mi blog.
ResponderEliminarEs un placer contar con seguidores como tú, tan enamorados de la literatura. Ya Gerardo me había hablado de "Cazando estrellas" en muy buenos términos y, desde luego, a partir de ahora yo también estaré al tanto de tus reflexiones.
En cuanto a "El guardián invisible",me alegra que hayamos coincidido en el placer de su lectura. Si tienes oportunidad de viajar a mi tierra te garantizo que no te arrepentirás.
Por cierto, estabas fantástica en "Algo para recordar"...
Un abrazo cariñoso desde Tenerife.