No es la primera vez que hago
referencia en mi blog al Día Mundial de la Poesía, proclamado así en la
Conferencia General de la UNESCO celebrada en 1999 en París y que un año más
coincide con el comienzo de la primavera.
El principal
objetivo de esta conmemoración es apoyar la poesía, promover su enseñanza,
retornar a la tradición oral de los recitales, reestablecer el diálogo con
otras manifestaciones artísticas como el teatro, la danza, la música y la
pintura, apoyar a los pequeños editores y crear una imagen pública más
atractiva para esta rama del arte.
Asimismo,
pretende impulsar el sostenimiento de los diversos idiomas a través de la
expresión poética y ofrecer a aquéllos que están amenazados la posibilidad de
expresarse en sus comunidades respectivas.
"La poesía contribuye a la diversidad creativa al cuestionar de manera
siempre renovada la manera en que usamos las palabras y las cosas, nuestros
modos de percibir e interpretar la realidad. Merced a sus asociaciones y
metáforas, y a su gramática singular, el lenguaje poético constituye, pues,
otra faceta posible del diálogo entre las culturas: diversidad en el diálogo,
libre circulación de las ideas por medio de la palabra, creatividad e
innovación. El Día Mundial de la Poesía es también una invitación a reflexionar
sobre el poder del lenguaje y el florecimiento de las capacidades creadoras de
cada persona".
En esta jornada tan digna
de celebración, Ediciones Cátedra publica una “Poesía Inédita” del
imprescindible autor Pedro Salinas, ciento cuarenta y dos poemas que abarcan
desde tentativas juveniles a creaciones cercanas a su muerte y en los que
aborda diversos aspectos como el amor, el dolor, la dicha, la enfermedad y la
guerra. El texto supone una catarsis liberadora para el alma atribulada del
escritor y ayudará sin duda al estudio de la poética de este destacado miembro
de la Generación del 27, aunque lo mejor será poder analizar algunas de sus experiencias
vitales más intensas -las dudas existenciales, la soledad, la incomunicación,
la presencia de lo divino o la culpabilidad de vivir la Guerra Civil española
desde la seguridad de su exilio americano-.
Como pequeño homenaje a su
figura, he escogido uno de mis poemas favoritos de Salinas:
No rechaces los sueños por ser sueños.
Todos los sueños pueden
ser realidad, si el sueño no se acaba.
Todos los sueños pueden
ser realidad, si el sueño no se acaba.
La realidad es un sueño. Si soñamos
que la piedra es la piedra, eso es la piedra.
Lo que corre en los ríos no es un agua,
es un soñar, el agua, cristalino.
La realidad disfraza
su propio sueño, y dice:
”Yo soy el sol, los cielos, el amor.”
Pero nunca se va, nunca se pasa,
si fingimos creer que es más que un sueño.
Y vivimos soñándola. Soñar
es el modo que el alma
tiene para que nunca se le escape
lo que se escaparía si dejamos
de soñar que es verdad lo que no existe.
Sólo muere
un amor que ha dejado de soñarse
hecho materia y que se busca en tierra.
Estupendo, querida Myriam.
ResponderEliminarAprovechando entonces el Día Mundial da la Poesía, pondré hoy en mi blog, y siempre desde la humildad, un desaire que tuve con mi violín.Tú ya lo conoces,creo.
Muchos besos.
Por cierto, la vida es poesía.
Juan Luis.
Así es, amigo mío. La vida es poesía. Y prosa. Y teatro.
ResponderEliminarEn efecto, hace ya tiempo me permitiste disfrutar de ese desaire del que hablas y que tan bien refleja la sentida y estrecha relación establecida entre tu alma de artista y el violín que regaló sonidos a tu gran sensibilidad.
Ten por seguro que me encantará que pongas en tu blog tus escritos a disposición de otras personas para que, como yo, disfruten con su lectura.
Besos y versos.
MYRIAM
No me llegó el aviso de que me contestabas por móvil.Es así, o sólo con el blog de cada uno?
EliminarTe leo ahora, porque conociéndote, me extrañaba que no me hubieras o hubieses contestado.
Estaremos blogeados de aquí al infinito....jajaja.
Besos.
Juan Luis.