martes, 29 de octubre de 2013

LA IMPORTANCIA DE LA ESCUCHA ACTIVA





Sin que sirva de precedente, me he sumergido en una novela de más de novecientas páginas en un mes distinto al de agosto, ya que suelo aprovechar el período vacacional para enfrentarme a los textos más largos. La culpa la tiene la periodista y escritora Julia Navarro por haberme dejado tan buen sabor de boca con su penúltimo trabajo, “Dime quién soy”, cuyo desenlace es uno de los mejores que he disfrutado en los últimos tiempos. 

La historia de "Dispara, yo ya estoy muerto"  se centra en la amistad entre un árabe y un judío y a través de sus páginas la autora ha querido trasladar la teoría de cómo las circunstancias marcan la vida de las personas. Según Navarro, en una idea que comparto plenamente, todos los seres humanos llegamos al mundo con una mochila cargada de circunstancias que no hemos elegido y en un contexto social, histórico, geográfico y económico ajeno a nuestra voluntad. Es a partir de esta coyuntura cuando habremos de empezar a construir nuestra propia vida como realmente queremos que sea. Somos libres y podemos cambiar el rumbo de nuestra existencia, aunque en demasiadas ocasiones no nos resulte nada fácil.

Sin ir más lejos, en la actualidad parece que nos hemos sumido en una depresión colectiva, que nos falta energía para abordar ese cambio de escenario. Y, pese a ello, cada vez son más los miembros de la sociedad civil que están dando pasos al frente para defender aquello en lo que creen.

Navarro ha pretendido mover a sus lectores a la reflexión para que analicemos hasta qué punto nos cuesta empatizar con quienes no piensan como nosotros. Por eso, es imprescindible que nos esforcemos en escuchar activamente. No basta con oír. Tenemos que interesarnos por el discurso del otro y tratar de entenderle. El mero intento ya acerca posturas. Yo también creo firmemente que el diálogo es necesario y que nos define como especie.

Asimismo, en su condición de cronista parlamentaria, la escritora confiesa que tanto en el Congreso como en el Senado abundan los “diálogos de sordos” y reina la peligrosísíma tendencia a la clasificación, tan propia de los españoles. Aquí hay que definirse y el que se desmarca se convierte de inmediato en un individuo sospechoso. Eres de izquierdas o de derechas. Creyente o ateo. Nacionalista o centralista. El gris es un color desprestigiado que no se contempla. Por eso, “Dispara, yo ya estoy muerto” rompe una lanza a favor de acabar con los prejuicios, de ejercitar la escucha activa y de esforzarse en construir amistades sólidas, por antagónicas que resulten ambas partes. 

Un objetivo por el que vale la pena implicarse.


jueves, 24 de octubre de 2013

SENTENCIA SOBRE LA "DOCTRINA PAROT": FÁCIL DE EXPLICAR, DIFÍCIL DE ENTENDER





Con el ánimo de clarificar en la medida de mis posibilidades la sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo que ha propiciado que la etarra Inés del Río haya sido puesta en libertad después de cumplir una exigua condena de 26 años por la comisión de 24 asesinatos (cada muerto le ha salido a poco más de doce meses de reclusión), procedo a trasladar a los lectores la siguiente información.

Vaya por delante mi frontal rechazo al fallo de la Gran Sala del citado Tribunal y mi apoyo incondicional a las víctimas del terrorismo.

De entrada, decir que se conoce como "Doctrina Parot" la jurisprudencia que estableció el Tribunal Supremo español en una sentencia de febrero de 2006 en la que resolvía un recurso presentado por el terrorista de ETA Henri Parot. En virtud de la misma, la reducción de penas por beneficios penitenciarios (ya sea por la realización de trabajos, estudios u otros) se aplica respecto de cada una de las penas contempladas individualmente, no sobre el máximo legal permitido de permanencia en prisión que, según el anterior Código Penal de 1973, era de 30 años.
Posteriormente, en julio de 2012 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos con sede en Estrasburgo resolvió un recurso presentado por la ya excarcelada Del Río Prada, concluyendo que la "Doctrina Parot" (modificada parcialmente en 2008 por nuestro Tribunal Constitucional en la conocida como “Doctrina del doble cómputo penal”) viola dos artículos de la Convención Europea de Derechos Humanos. Ha sido a estas alturas del proceso judicial cuando ha instado al Gobierno español a poner en libertad a la rea, condenada a más de 3.000 años de cárcel y ha abierto las puertas de los centros penitenciarios a cerca de setenta integrantes de la banda armada.

Ahora bien, alcanzado este punto de la exposición, debe quedar meridianamente claro que una cosa es acatar y otra ejecutar la sentencia de un Tribunal como el de Estrasburgo, que no puede dar órdenes directas a las jurisdicciones nacionales sino a la "parte contratante" del Convenio Europeo de Derechos Humanos -en este caso, el Reino de España-. Dicho de otra manera, que corresponde a cada Estado decidir cómo se ejecuta dicho Convenio.

Sin embargo, el Ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, ha pretendido trasladar a la opinión pública, en lo que constituye la enésima tergiversación que sale de su boca en la presente Legislatura, la falaz idea de que era la Audiencia Nacional y no el Gobierno de Mariano Rajoy la que primero había de tomar cartas en este asunto. Pues bien, no es verdad. Lo cierto es que el Ejecutivo tenía margen legal más que suficiente para retrasar el traslado y la ejecución de la sentencia. Como mínimo, el mismo tiempo que se han tomado el resto de Estados firmantes del Convenio en ejecutar otras que les han sido desfavorables. Eso por no hablar de resoluciones anteriores, como la referida a RUMASA -que en su momento se acató pero que a día de hoy (han pasado dos décadas) aún no ha sido ejecutada- o como la relativa al aval expreso del mismo Tribunal Europeo de Derechos Humanos (ojo a la paradoja, porque no tiene desperdicio) a la Ley de Partidos y a la sentencia de ilegalización de Batasuna, cuya burla por parte de nuestra casta política supone la permanencia de los proetarras en las instituciones a través de Bildu y Amaiur.

De modo que la sentencia que nos ocupa, y que contradice no sólo al TS y al TC sino a la propia jurisprudencia de Estrasburgo (que, hasta la fecha, había distinguido entre la pena y las distintas modalidades de ejecución de la misma, dejando estas últimas al arbitrio de las jurisdicciones nacionales), PUEDE y DEBE escandalizar a todos los ciudadanos de bien, que asisten estupefactos a la descomposición del Poder Judicial, a la desidia del Poder Ejecutivo y al abandono de las miles de víctimas del terrorismo. Tan es así que, preguntado el Señor Presidente por el tema, se ha limitado a comentar las adversas circunstancias meteorológicas.

Llueve mucho, desde luego.

Lágrimas de sangre.



sábado, 19 de octubre de 2013

LA SUERTE DE LA FEA, LA GUAPA LA DESEA


Artículo publicado en La Opinión de Tenerife el 19 de octubre de 2013

Artículo publicado en La Provincia (Diario de Las Palmas) el 22 de octubre de 2013


Dice la escritora Almudena Grandes que la estética de la juez Mercedes Alaya empezó a inquietarle mucho antes que su ética. Y argumenta semejante salida de tono aludiendo a la habilidad de aquella para combinar prendas y complementos de vestir y a su virtud para no manifestar el menor signo de cansancio físico cuando entra a los juzgados de Sevilla, pese a aunar en su esbelto cuerpo la doble condición de madre de familia y de profesional de la judicatura. Tamaño despliegue de pruebas de cargo coloca a la sagaz literata ante un dilema de compleja resolución: la jurista, o no es humana o no es de fiar. E inspirada por su férrea ideología progresista, se inclina por la segunda opción, habida cuenta que la magistrada está haciendo estragos en las filas sindicalistas y correligionarias que tan bien conoce y defiende.

A mí, sin embargo, me inquieta infinitamente más la ética de la novelista que su estética, en la que, por razones obvias, ni siquiera me molestaré en entrar. Y ello es así porque revela a partes iguales una envidia impropia de una feminista y un sectarismo impropio de una intelectual de su talla. Con dicha actitud no solo ha quedado a la altura del barro sino que, además, ha provocado el efecto contrario al que pretendía: engrandecer la figura de su víctima, que, a buen seguro, no habrá encontrado todavía hueco para escuchar sus feroces diatribas radiofónicas, tan ocupada como está en encarcelar a chorizos y mangantes al por mayor, con el cuartel general  de operaciones en los despachos de la Junta de Andalucía.

Desconozco las razones por las que Mercedes Alaya luce un aspecto tan espléndido. Puede que haya heredado una afortunada genética y que tenga predilección por la moda. Tal vez lleve una vida muy ordenada fuera de su horario de trabajo, acuda al gimnasio con asiduidad y se alimente de modo saludable. Quizá, sencillamente, la naturaleza haya sido benévola con ella y, amén de elegante y esbelta, cuente con una inteligencia y una capacidad de trabajo superiores a la media. Pero, en todo caso, de despertar en mí algún sentimiento, sería el de admiración por el durísimo trabajo que realiza a diario, a menudo en un ambiente agresivo y de incomprensión. De hecho, el Juez Decano de la capital hispalense ha tenido que solicitarle escolta policial y la Junta de Jueces de Instrucción ha aprobado esta misma semana un comunicado de apoyo tras los lamentables incidentes de sobra conocidos.

Resulta muy desalentador que una mujer de la personalidad y trayectoria de Grandes descienda al plano personal como vía de desahogo de otras frustraciones, llamémoslas, jurídicas. Le garantizo a la autora de “Las edades de Lulú” que a los letrados también nos toca padecer con más frecuencia de la deseada sentencias que consideramos injustas para nuestros clientes. Existen juzgadores buenos, regulares y malos pero yo acato sus decisiones aunque las deplore, porque creo que es mejor vivir en un Estado de Derecho que en territorio comanche. Lo que jamás se me ocurriría es aludir a su talla, su peso o su ausencia de ojeras para desprestigiar la toga que visten o para poner en entredicho sus cualidades como padres o madres, máxime cuando lo que en el fondo subyace es una amarga discrepancia política. Es sumamente decepcionante a estas alturas del siglo XXI toparse con congéneres más machistas que esos hombres a quienes critican por tratar a las mujeres como meros objetos. 

En cualquier caso, y a modo de terapia hormonal sustitutiva, recurrir al sabio refranero castellano es siempre un acierto. Para muestra, un botón: la suerte de la fea, la guapa la desea. A ver si así se relaja más de una.

http://www.laopinion.es/opinion/2013/10/19/suerte-fea-guapa-desea/504752.html




martes, 15 de octubre de 2013

TUBERCULOSIS ÉTICA





Mañana de martes.
El bar de siempre.
La prensa del día.
Café.
Bocadillo.
El fiel compañero de conversación que soporta mis reflexiones matutinas desde hace más de un lustro.
Visiones de España al oscuro trasluz de unas noticias que no dan tregua.
-Juan, ¿estamos condenados a la mediocridad?- mascullo 
-¿Verdaderamente tenemos lo que nos merecemos?
Y entre mordisco y sorbo, el “envistió” en el texto de una periodista, la enésima víctima de la LOGSE, me quema los ojos.
Tanta estulticia va a acabar conmigo.
Llego al despacho y el espíritu de Don Benito Pérez Galdós se me revela como por arte de magia:

LA FE NACIONAL Y OTROS ESCRITOS SOBRE ESPAÑA
(1912)
“Los dos partidos que se han concordado para turnarse pacíficamente en el poder son dos manadas de hombres que no aspiran más que a pastar en el presupuesto. Carecen de ideales, ningún fin elevado los mueve; no mejorarán en lo más mínimo las condiciones de vida de esta infeliz raza, pobrísima y analfabeta. Pasarán unos tras otros dejando todo como hoy se halla, y llevarán a España a un estado de consunción que, de fijo, ha de acabar en muerte. No acometerán ni el problema religioso, ni el económico, ni el educativo; no harán más que burocracia pura, caciquismo, estéril trabajo de recomendaciones, favores a los amigotes, legislar sin ninguna eficacia práctica, y adelante con los farolitos... Si nada se puede esperar de las turbas monárquicas, tampoco debemos tener fe en la grey revolucionaria (...) No creo ni en los revolucionarios de nuevo cuño ni en los antediluvianos (...) La España que aspira a un cambio radical y violento de la política se está quedando, a mi entender, tan anémica como la otra. Han de pasar años, tal vez lustros, antes de que este Régimen, atacado de tuberculosis ética, sea sustituido por otro que traiga nueva sangre y nuevos focos de lumbre mental”.

Si ya han pasado cien años, está claro entonces, Juan.
Estamos condenados a la mediocridad y tenemos lo que nos merecemos.
Perdón por arruinarte el desayuno. 
Trataré de cambiar de tercio.
Este miércoles empiezo, y te cuento qué mal se lo hace pasar Alfonso Cuarón a Sandra Bullock en “Gravity”.
Prometido.


jueves, 10 de octubre de 2013

EDUCAR PARA SER MEJOR, NO EL MEJOR




Acaba de celebrarse en Toledo el II Congreso de Innovación Educativa, cuyas conclusiones más relevantes expondré en las siguientes líneas.

La cuestión central reside en qué y en cómo hay que enseñar a nuestros niños y jóvenes. Para ello, tanto profesores como padres deben promover un cambio en la educación para que los alumnos aprendan a pensar.

Los expertos encargados de las diversas ponencias, entre quienes se encontraban el ex ministro de Educación Ángel Gabilondo y mi admirado paisano y amigo Javier Urra, han coincidido en que, para alcanzar los objetivos trazados, es preciso:

1.     Encumbrar el esfuerzo ciudadano y el trabajo solidario para el bien común.

2.     Reflexionar sobre el compromiso ético de todos los ciudadanos en la sociedad.

3.     Educar para manejarse en la duda y en la incertidumbre, porque vivimos en una sociedad de cambio.

4.   Gestionar bien los afectos y las emociones. Cada vez hay más niños aislados, que no se sienten queridos y que lo quieren todo aquí y ahora.

5.  Habituar desde la edad más temprana al esfuerzo, al respeto a los mayores y a la responsabilidad sobre los propios actos.

Asimismo, se han puesto de manifiesto algunas ideas imprescindibles sobre las que basar el cambio de rumbo que se pretende:

-        - Un profesor sin autoridad es como un mar sin agua.

-   -Los valores se enseñan por contagio, nos permiten desarrollar nuestra legítima rareza y propician la vida que nadie vivirá por nosotros.

-    - Es necesario retornar a los Clásicos con urgencia, ya que todo lo que decimos ahora ya se ha dicho antes y, además, mejor dicho.

Finalmente, me quedo con una de las frases más reveladoras pronunciadas en la hermosa capital toledana:

“Somos los artesanos de la belleza de nuestra propia vida, artífices y no productos.”



sábado, 5 de octubre de 2013

¿LAS NOVATADAS UNIVERSITARIAS INTEGRAN O DESINTEGRAN?


Artículo publicado en La Opinión de Tenerife el 5 de octubre de 2013

Artículo publicado en La Provincia (Diario de Las Palmas) el 14 de octubre de 2013





Han transcurrido ya dos años desde que publiqué en esta misma sección un artículo sobre el tema de referencia, en el que alertaba del grave problema que suponía la reprobable tradición de las novatadas universitarias. Desgraciadamente, esta cuasi delictiva costumbre sigue ejerciéndose sin tregua en la mayor parte de los campus de nuestro país, aprovechando los inicios del curso académico. Sin ir más lejos, la semana pasada escuché en un programa de radio a uno de los representantes de la Asociación No Más Novatadas  y me impactó tanto su discurso que no puedo por menos que insistir de nuevo sobre el mismo asunto y proceder a dar publicidad al grupo del que forma parte. Dicha asociación, sin ánimo de lucro y de implantación estatal, se creó en octubre de 2011 por una serie de personas, mayoritariamente vinculadas al mundo de la educación, que entraron en contacto tras haber tomado conciencia de estos hechos tan injustificables y decidieron abordarlos desde un colectivo no vinculado a ninguna ideología política y abierto al público en general.

Decía este especialista en la materia que las novatadas universitarias van mucho más allá de unas simples bromas para integrar (más bien, para desintegrar, diría yo) a los estudiantes recién llegados. Son comportamientos que implican humillación, acoso, relaciones de dominio-sumisión, abuso y falta de respeto. Por lo tanto, difícilmente pueden encajar en el concepto de “tradición”, siendo como son generadoras de un sufrimiento innecesario y, generalmente, silencioso y soterrado, en muchos de los llamados “novatos”. En todas ellas, con independencia de su grado, se establece el dominio de la voluntad de unas personas por parte de otras, lo que choca frontalmente con una idea sana de las relaciones interpersonales y de la diversión.

Me limitaré a señalar algunos ejemplos lo suficientemente ilustrativos: introducir un embudo por la boca y derramar bebidas alcohólicas a chorro; usar las manos o la lengua como cenicero de los veteranos que fuman; ingerir alpiste o comida para perros y gatos; soportar duchas de agua fría desnudos o vestidos, juntos o por separado, como antesala de una noche entera en el balcón;  lavarse los dientes con la escobilla del baño; lamer el suelo; ser dianas de cuasi agresiones de contenido sexual…, y todo ello con el trasfondo de un ambiente bullanguero y chulesco. No es un invento ni una exageración. Estamos hablando de jóvenes en permanente vigilia y a disposición de los bravucones de turno, apenas dos años mayores que ellos, que les requieren para servicios tales como compra de libros, encargos de fotocopias, toma de apuntes o, simplemente, suministro de bocadillos y hielo, aunque sean las tres de la mañana. Todo muy gracioso. Y, también, muy delictivo. Tanto que existen dos vías de denuncia a disposición de los afectados: la administrativa, ante el Vicerrectorado correspondiente, y la judicial, ante el Juzgado de Guardia o las dependencias de la Policía Nacional más próxima. En la página web “nomasnovatadas.org” encontrarán numerosa información, testimonios, grabaciones, videos y vías concretas de ayuda para las víctimas y sus familias.

El artículo 10 de la Constitución Española dice textualmente que “la dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la Ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden político y de la paz social”. Por lo tanto, no cerremos los ojos ante situaciones de este tipo, aunque nuestros hijos tengan la suerte de no padecerlas. La construcción de una sociedad verdaderamente justa es tarea de todos.



http://www.laopinion.es/opinion/2011/11/15/novatadas-universitarias-broma-convierte-delito/380076.html