martes, 29 de diciembre de 2020

PUNTO Y SEGUIDO




Como broche final a mis colaboraciones radiofónicas de 2020 comparto el enlace de audio con mi participación en el programa de RTVC “Tarde o temprano” (a partir del minuto 10). 

Acompaño una semana más a mis queridos Mercedes Martín y Eugenio González, y esta vez con sorpresa musical incluida. 

A mediados de enero retornaré a las ondas y a las columnas de prensa con energías renovadas y temáticas de interés.


http://www.rtvc.es/canariasradio/multimedia/Tarde%20o%20Temprano-14331/17-12-20-84.aspx?fbclid=IwAR3Q0VXAEXBK0PWctjG6upNZXIJD6QnKLgR9P4I5FrIKGFCh_rRMblEJw10#.X-saD9XFJz9 

viernes, 25 de diciembre de 2020

martes, 22 de diciembre de 2020

UN MOTIVO DE CELEBRACIÓN






En puertas ya de la Navidad comparto una magnífica noticia que me ha llenado de emoción. 

“Historia desconocida de mis antepasados” figura en el cuarto puesto de novelas más vendidas de la Editorial Verbum en 2020. Mi más calurosa felicitación a su autor, Gerardo Pérez Sánchez, por tan merecido reconocimiento a su labor literaria. 

Confío en seguir acompañándole siempre en el apasionante camino de la creación artística. 

Son fechas muy señaladas para regalar y regalarse la sexta obra de Gerardo, otro inolvidable relato de amor, gestado en esta ocasión en la isla de Tenerife, que a nadie dejará indiferente.

viernes, 18 de diciembre de 2020

SIEMPRE HAY LUZ AL FINAL DEL TÚNEL



Artículo publicado en El Día el 18 de diciembre de 2020

Artículo publicado en La Provincia (Diario de Las Palmas) el 19 de diciembre de 2020




Dicen las malas lenguas que hallar el lado bueno de este 2020 próximo a finalizar parece misión imposible. Sin embargo, tal afirmación no es del todo cierta. Al final, a poco que se esfuercen, los responsables de los tradicionales programas resumen del año no lo van a tener tan complicado como pronostican los agoreros. Sin negar que, en términos generales, ha sido un período para olvidar y en el que han tenido lugar situaciones sumamente desgarradoras, también se han sucedido hechos muy satisfactorios que abren la puerta a la esperanza. En los últimos nueve meses los ciudadanos del mundo nos hemos sentido náufragos en un mar de miedo, dolor y pérdidas por culpa del coronavirus, si bien en ciertos aspectos se han obtenido algunos logros que merece la pena destacar y valorar, pues constituyen puntos de partida que nos conducen a un futuro prometedor. 

Así, numerosos países han experimentado mejoras medioambientales, reflejadas en una mayor limpieza de las playas, una mejor calidad del aire o una menor contaminación asociada al descenso del nivel de tráfico durante la etapa de confinamiento domiciliario. Según un informe de la Agencia Internacional de la Energía, el desarrollo de las renovables ha crecido hasta alcanzar unas cotas sin precedentes, recurriendo un importante número de instalaciones eléctricas al sol y al viento como fuentes energéticas. A este ritmo, antes de un lustro la energía verde disponible para hogares y empresas va camino de desbancar al carbón de su primer puesto. También se ha producido el retorno de algunas especies que se hallaban al borde de la extinción y los animales salvajes han vuelto a ocupar temporalmente áreas ahora invadidas por los seres humanos, acostumbrados a maltratar a menudo los entornos naturales y la fauna que los habita. Particularmente significativo resulta el auge de la moda sostenible basada en la economía circular. Diversos estudios recientes indican que más del 70% de los consumidores han expresado desde el inicio de la pandemia un sustancial aumento en su interés por la ropa de segunda mano y por las prácticas comerciales de corte ecológico. 

Otra noticia igualmente relevante por cuanto afecta a colectivos que aún padecen flagrantes desigualdades en su seno ha sido la elección de Kamala Harris como Vicepresidenta de los Estados Unidos. Primera mujer, primera negra y primera asiático-americana en ocupar dicho cargo, su victoria formando tándem con el candidato del Partido Demócrata Joe Biden ha supuesto una enorme alegría para millones de personas del mundo entero que atraviesan uno de los períodos sanitarios y económicos más duros vividos hasta la fecha. Sin abandonar el ámbito de las reivindicaciones, por fin se está avanzando en la erradicación de la mutilación genital femenina. Desde el pasado mes de mayo se criminalizaron estas horrendas prácticas en Sudán, fijándose una condena de tres años para los culpables de llevar a cabo la citada intervención que, además de provocar a las víctimas graves hemorragias, infecciones y complicaciones en los partos, conlleva un aumento del riesgo de muerte en los recién nacidos. 

Y, como esperado hito, comienza en estos días la dispensación de las vacunas contra el Covid-19. Tras meses de ensayos clínicos, varias compañías farmacéuticas acaban de sacar al mercado el resultado de sus investigaciones, garantizando una efectividad que ha elevado el ánimo de esta sociedad paralizada por la incertidumbre y la preocupación. Ya está comenzando a distribuirse entre los grupos más vulnerables de la población, entre ellos los ancianos en las residencias y los profesionales de la sanidad. Sin duda, un paso de gigante para la ciencia, en el que la rapidez y la eficacia han sido sus faros. Llegada a este punto, sólo me queda desearles de corazón unas felices fiestas de Navidad y un 2021 que nos reconcilie con el destino y nos recuerde que todos los días amanece y que siempre hay luz al final del túnel.

martes, 15 de diciembre de 2020

FELIZ CUMPLEAÑOS, QUERIDO BLOG






Hoy me siento especialmente feliz. Mi blog “LO QUE MUCHOS PIENSAN PERO POCOS DICEN" cumple diez años, acercándose nada más y nada menos que a las 1.000 entradas. 

En su seno he ido reuniendo con cariño, dedicación y paciencia mis cientos de artículos de opinión publicados en prensa canaria y peninsular, así como otros muchos escritos que también reflejan mis inquietudes personales. En definitiva, mi filosofía de vida. 

Lo que en su origen concebí como un legado en exclusiva para mis hijos se ha ido convirtiendo con el paso del tiempo en el germen de un libro que, si el destino lo permite, verá la luz en un futuro no muy lejano. Hasta entonces, seguiré recurriendo a la pluma, la voz y la sonrisa, sin duda mis mejores aliadas. 

Gracias de corazón a mi familia, amigos, compañeros y lectores (as) por su apoyo incondicional a lo largo de esta década. Así, escribir es un auténtico privilegio.

viernes, 11 de diciembre de 2020

EL CONSUMISMO ATROZ PERVIERTE LA ESENCIA DE LA NAVIDAD


Artículo publicado en El Día el 11 de diciembre de 2020

Artículo publicado en La Provincia (Diario de Las Palmas) el 12 de diciembre de 2020




Ante la proximidad de las fiestas de Navidad el consumismo se dispara, pervirtiendo así la verdadera esencia de estas jornadas de celebración. Basta ver las imágenes de las filas interminables de personas tratando de acceder a los centros comerciales a pesar de la pandemia, con el riesgo sanitario que ello comporta. Personalmente, siempre he renegado de esa fiebre por las compras más allá de lo estrictamente imprescindible que, por cierto, es poquísimo. No cabe duda de que las campañas publicitarias generan unas necesidades materiales completamente falsas, desde ropa de marca a vehículos de alta gama, desde el último modelo de artilugio electrónico a la muestra de la tecnología más avanzada, y prometen una supuesta felicidad que jamás se alcanza por esa vía. Si acaso, tan sólo se logra trasladar un afán desmedido de poseer, dejando de lado lo que de verdad importa que, dicho sea de paso, no está a la venta. 

En ese sentido, desde los medios de comunicación audiovisual se reflejan sin tregua unos estilos de vida que, ante la imposibilidad de alcanzarlos, suscitan sentimientos como la envidia o la frustración. En épocas pasadas, el referente del éxito y la riqueza solía reducirse al vecino más cercano, mientras que ahora se nos bombardea sin piedad con las andanzas de famosos millonarios que viven a miles de kilómetros y a los que, sin lotería mediante, resulta imposible emular. Para ilustrar esta realidad, conviene saber que los españoles contamos con un promedio de 2,5 tarjetas de crédito cuya deuda es, a menudo, fuente de estrés y malestar. No deja, pues, de resultar paradójica esa capacidad de jugarse el futuro bajo unas promesas vacías que toman la forma de carteles y anuncios. 

Asimismo, la pérdida de tiempo constituye un factor a tener muy en cuenta. Dedicarse a atender objetos de los que ni siquiera se disfruta supone un drenaje físico y emocional de primer orden e impide centrarse en realizar actividades donde la socialización sea la protagonista. Tampoco es despreciable el impacto medioambiental que acarrea esta manera de conducirse ya que, al margen del grado de ecologismo que se posea, es innegable que la dilapidación de recursos perjudica a un planeta capaz de cubrir todas nuestras necesidades, pero no todos nuestros caprichos. Incluso si se aborda la cuestión desde la mera inteligencia, se empieza a rechazar la tentación de gastar más de lo debido en uno mismo y el corazón se abre para hallar satisfacción en cubrir las carencias del prójimo, guiado por los valores más profundos de solidaridad y generosidad. 

Una mayor percepción de que este mundo no es sólo material y encuentra su auténtico sentido en el afecto compartido ayuda a comprender que estamos demasiado ocupados buscando el bienestar en los lugares equivocados. Se trata de un camino de doble dirección en el que no se desvanece el deseo de consumir cuando ya se ha encontrado la felicidad, sino al contrario: el rechazo intencional de ese materialismo salvaje abre la puerta a que tal felicidad eche raíces en nuestro interior. Cuando se asume y se ejerce, la corriente del suficientismo se convierte justamente en una senda para darse de bruces con una plenitud real. La buena noticia es que siempre se está en disposición de renegar de esta locura colectiva y apostar por un consumo en el que el juicio no se abandone por el camino y nos sirva para reconsiderar algunos aspectos que perjudican nuestra existencia. Huir del consumismo atroz no es una batalla fácil. De lo contrario, se entablaría con mayor frecuencia. Sin embargo, merece la pena luchar y vencer, ya que esta deriva materialista nos perjudica mucho más de lo que pensamos. Sirva como último argumento de peso recordar que nunca cumplirá su promesa de dicha, pues es incapaz de llenar unos vacíos llamados a ser cubiertos por otros carismas que no se venden en ningún comercio.

viernes, 4 de diciembre de 2020

LAS OTRAS "MANOS DE DIOS"


Artículo publicado en El Día el 4 de diciembre de 2020

Artículo publicado en La Provincia (Diario de Las Palmas) el 5 de diciembre de 2020




Cada 3 de diciembre la tierra que me vio nacer se viste de gala coincidiendo con la celebración del Día de Navarra, aunque en esta ocasión las actuales circunstancias modificarán sin ninguna duda todas las previsiones. Hasta ahora, siempre tenían lugar diversos actos dirigidos a la ciudadanía para poner de relieve cuanto nos une a quienes nos sentimos orgullosos de nuestro Viejo Reyno, cuya larga y rica historia, a pesar de sus sombras, continúa siendo fuente de inspiración. Dicha fecha conmemora el fallecimiento de nuestro embajador más insigne, el misionero San Francisco de Javier, miembro del grupo precursor de la Compañía de Jesús -congregación religiosa a la que pertenece el actual Papa Francisco- y estrecho colaborador de su fundador, el vasco San Ignacio de Loyola. 

Huérfano desde la más tierna infancia, el joven creció en un clima de guerras y división pero, al alcanzar la edad requerida, tuvo la fortuna de iniciar sus estudios universitarios de Humanidades en la prestigiosa Sorbona de París. Fue allí donde el destino le hizo compartir habitación con Ignacio, siendo influenciado de forma definitiva por su famosa frase “¿De qué sirve al hombre ganar todo el mundo si pierde su alma?". Desde entonces, decidió ganar tanto su alma como la de millones de fieles cristianos y en aquellos tiempos sedientos de conquistas y poder abrió los ojos, los brazos y, sobre todo, los espíritus de quienes recibieron su mensaje evangélico. Durante los once años que vivió en el Lejano Oriente aceptó de buen grado la diversidad de cultos, razas y civilizaciones, sembrando entre ellos la Buena Noticia del Amor, tan necesaria en estos tiempos de insolidaridad, deshumanización, racismo y falta de empatía que nos está tocando vivir. 

Por fortuna, su ejemplo sigue cundiendo con el paso de los siglos en muchos de sus paisanos -Navarra es tierra misionera por excelencia-, uno de los cuales, José Luis Garayoa, que recibió junto a dos de sus compañeros la Medalla de Oro de la Comunidad Foral en 1998, desempeñó una etapa de su labor apostólica en Sierra Leona, el país más azotado por el virus del ébola y en el que fue víctima de un secuestro por parte de grupos guerrilleros. A su llegada, el convulso país africano llevaba inmerso más de un lustro en una guerra civil cruentísima y a las pocas semanas fue secuestrado cuando las tropas rebeldes asaltaron el hospital de Mabesseneh, donde se recuperaba de unas fiebres tifoideas. Incluso llegaron a colocarle frente al paredón, si bien finalmente los rebeldes decidieron no asesinarlo. En las facultades de Filosofía y Teología le enseñaron que el valor de la vida humana es infinito. Sin embargo, para su rabia y desesperación, en aquella parroquia africana se le morían el ochenta por ciento de los niños antes de cumplir los cinco añitos. 

La noticia es que este hombre excepcional y ejemplar acaba de fallecer, todavía joven, en El Paso (Texas), víctima del coronavirus. Allí atendía a los inmigrantes latinos que aguardaban la correspondiente autorización para entrar en Estados Unidos. Decía que, a veces, cerraba los ojos, le preguntaba a Dios por qué y se peleaba mucho con Él. Pero, por mucho que el dolor le hacía más tortuoso el camino de la fe, él se obstinaba (para algo era navarro) en abanderarla. "Hay gente que me pregunta si en este desastre veo a Dios y yo les respondo que no podemos esperar a que Dios baje a hacer milagros contra las pandemias. Porque Dios no hace milagros. Dios nos da la capacidad de hacerlos". Existen millares de seres humanos con un corazón tan grande como para responder a la llamada de Jesucristo e ir a evangelizar hasta los confines de la tierra. San Francisco de Javier fue uno de ellos. José Luis Garayoa ha sido otro. Dos hombres que ejemplifican las otras “manos de Dios”. Este 3 de diciembre, llevada de un profundo agradecimiento, les recordaré especialmente en mis oraciones. Descansen en paz.