viernes, 25 de febrero de 2022

LAS PELEAS CALLEJERAS COMO INADMISIBLE OPCIÓN DE ENTRETENIMIENTO


Artículo publicado en El Día el 25 de febrero de 2022

Artículo publicado en La Provincia (Diario de Las Palmas) el 26 de febrero de 2022



Corría el año 1999 cuando el inclasificable director de cine David Fincher rodó su impactante película “El club de la lucha”, protagonizada por unos todavía jóvenes Edward Norton y Brad Pitt. El argumento giraba en torno a un muchacho que, hastiado de una gris y monótona existencia, luchaba contra su insomnio permanente. Tras conocer a un peculiar vendedor cuya filosofía de vida hallaba en la autodestrucción su razón de ser, fundó junto a él un club clandestino de lucha donde, a base de guantazos, poder descargar sus frustraciones y su ira. El éxito de la cinta fue notable e incluso se la llegó a calificar como “un combinado de sátira y sociopatología” (en mi humilde opinión, lo segundo bastante más que lo primero). 

El hecho cierto es que, a tenor de algunas informaciones sobre la zona de ocio del Cuadrilátero de La Laguna, convertida en inmerecido escenario de brutales peleas entre jóvenes, parece obvio que el fenómeno que plantea el film no resulta en absoluto novedoso. Por el contrario, es tan antiguo como el hombre. Lo que actualmente le otorga un sesgo diferenciador estriba en la introducción de las nuevas tecnologías para su ejecución, dado que ahora los descerebrados se citan través de las redes sociales y las grabaciones de sus enfrentamientos pueden subirse a la red y exhibirse a modo de medalla. Hasta la fecha, el tan cacareado progreso tecnológico sólo alcanzaba a las páginas web de contactos, bien fuera para forjar bellas amistades, encontrar pareja (lo de enamorarse virtualmente siempre me ha parecido bastante improbable) o practicar sexo con las preceptivas dosis de desenfado y alergia al compromiso. Sin embargo, en un alarde de I+D+i, no va a quedar sueño que no podamos ver cumplido con la ayuda de las máquinas infernales (creo que va por ahí el último grito del metaverso). 

De hecho, una empresa estadounidense pionera en la utilización de la violencia como alternativa de ocio creó hace varios años una aplicación informática consistente en poner en contacto a varias personas cuya máxima aspiración estribaba en liarse a golpes. Así, sin mayores pretensiones. Se trataba simple y llanamente de concertar peleas entre desconocidos. La citada plataforma añadía entre sus ofertas un chat en el que se permitía insultar al contrincante con el fin de calentar el ambiente previo a la refriega. Asimismo, ponía a disposición de los pseudo púgiles un mapa que indicaba las ubicaciones de los combates más próximos a sus domicilios. En este punto rescato con añoranza de mi memoria otras vías de desahogo que, en su momento, me causaron extrañeza, aunque en un grado sustancialmente inferior a ésta de cascarse a discreción. 

Como la de aquel establecimiento, en este caso español, que brindaba a los clientes la posibilidad de romper todo tipo de objetos -platos, vasos, botellas, incluso pequeños electrodomésticos- como terapia para combatir el estrés. Por lo visto, la gente iba, arrasaba con el mobiliario y eliminaba su angustia en cuestión de minutos. La tarifa básica (por cierto, bastante asequible) daba derecho a destrozar un máximo de 25 piezas pero, si se optaba por la “Premium”, los despojos podían ascender a 35 -televisor, impresora o monitor incluidos-. Además, los beneficiarios se veían agraciados con un DVD, recuerdo de sus desmanes, y con un cuarto de hora adicional de estancia en una sala de relajación para rebajar los niveles acumulados de adrenalina. No obstante, yo me decanto por aquella singular apuesta hotelera japonesa de las denominadas “habitaciones del llanto”, una especie de refugios diseñados para que las mujeres (de los hombres nada se decía) lloraran a moco tendido con la inestimable colaboración de películas y libros del tipo “Sólo el cielo lo sabe” o “La dama de las camelias”. Visto lo visto, mucho me temo que aflorarán nuevos negocios no menos exitosos que el de sollozar a todo volumen, estrellar vajillas o deslomar al prójimo. Y semejante realidad me llena de tristeza.

martes, 22 de febrero de 2022

NUESTRAS "MUJERES DE JUSTICIA", INVITADAS POR ASEME CANARIAS



El próximo viernes a partir de las 17h participaré en un evento fusión organizado por ASEME Canarias en el Museo Militar de Almeyda y coordinado de forma impecable por la experta en marketing y comunicación Raquel Valle. 

En su transcurso tendré la oportunidad de presentar el proyecto de visibilización "MUJERES DE JUSTICIA", elaborado junto a mis queridas compañeras Asun Bosch y Natalia de la Cruz. 

Agradezco profundamente a mi amiga Lidia Monzón su confianza hacia mi persona, una confianza que comenzó a brindarme hace ya muchos años, cuando yo era una completa desconocida. Ella constituye uno de los ejemplos más patentes de que la sororidad existe. Y la generosidad, también.

viernes, 18 de febrero de 2022

PARRICIDIOS QUE HIELAN LA SANGRE

Artículo publicado en El Día el 18 de febrero de 2022

Artículo publicado en La Provincia (Diario de Las Palmas) el 19 de febrero de 2022


A cuenta del terrible suceso acaecido en Elche cuyo protagonista, un joven quinceañero, ha asesinado fríamente a su familia, he recordado una magnífica charla de mi admirado paisano Javier Urra a la que, bajo el lema “Marcar límites también les ayuda a crecer”, tuve el honor de asistir hace algunos años. Aquella actividad se insertaba dentro de unas jornadas de reflexión para padres y madres que tuvieron lugar en las islas de Tenerife, La Gomera y La Palma. Urra, doctor en Psicología y en Ciencias de la Salud y primer Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, es todo un referente en temas educativos y ha compartido sus conocimientos con generosidad a través de numerosos libros cuya lectura recomiendo vivamente, entre ellos “Educar con sentido común”, “¿Qué ocultan nuestros hijos?”, “El pequeño dictador” y “El pequeño dictador crece” y, más recientemente, “Guía de padres: nuevas tecnologías”. 

Ya por aquel entonces se ponía de manifiesto que basta con darse una vuelta por hogares, colegios y calles para constatar que demasiados niños y niñas se han convertido en los dominadores de nuestra sociedad. No hay ámbito que escape a sus deseos. Deciden qué les apetece comer y qué no, cuándo quieren ir a dormir o cuánto tiempo pretenden estar enganchados a las máquinas. Cualquier conato de reprobación, freno o sanción por parte de progenitores, familiares y docentes acarrea situaciones de tensión que dichos adultos, por distintas razones, habitualmente se resisten a afrontar. Se trata de menores egoístas y caprichosos, incapaces de aceptar una negativa y reacios a la imposición de los límites imprescindibles para su formación como personas. No toleran el fracaso ni aceptan la frustración, como tampoco reconocen sus errores o faltas. No es descartable que tal vez un porcentaje padezca algún trastorno psicológico o sea víctima de un carácter tímido o asocial, pero da la impresión de ser una minoría. 

Según el conferenciante, existen chavales de menos de siete años que, incapaces de controlar sus impulsos, dan puntapiés a sus madres mientras éstas, entonando un débil «eso no se hace», sonríen por no llorar. O que estrellan contra el suelo un bocadillo que no resulta de su agrado para, posteriormente, verse premiados con la compra de un bollo. Conviene tener muy presente que la tiranía infantil degenera a menudo en violencia doméstica juvenil, que se traduce en estados recurrentes de agresividad, absentismo escolar, experiencias de alcoholismo y drogadicción, y exigencias económicas desmesuradas. Y vuelvo en este punto al drama ilicitano, surgido, según la confesión del adolescente, ante la supresión materna del WiFi como consecuencia de las malas calificaciones escolares del parricida. Además, en la franja de edad que se extiende entre los doce y los dieciocho años, ese desapego emocional hacia quienes les han dado la vida es ya palpable y difícil de reconducir con éxito. 

En este sentido, nuestro Código Civil recoge en su artículo 154 la figura del auxilio a la autoridad que, por cierto, puede recabar todo padre y madre que se sientan desbordados por la conducta de sus vástagos. Por lo tanto, la permisividad en la que a veces se educa a los más pequeños, la corriente de “dejarles hacer” y la prevalencia de sus derechos sobre sus deberes, dan como resultado un proceso de madurez maltrecho y viciado por la ausencia de transmisión de los valores y principios básicos. Resulta asimismo incuestionable la enorme responsabilidad de algunos medios de comunicación audiovisual en esta involución social, al actuar como correa de transmisión de unos modelos de comportamiento nocivos, irrespetuosos y banales, a años luz de la urbanidad y de la promoción de la cultura pero, por desgracia, muy rentables desde el punto de vista publicitario y de las audiencias. La solución pasa, pues, por ejercer la autoridad moral paterna y materna con buen criterio, sin olvidar el amor, el humor y el perdón, y por anclar el desarrollo de los menores sobre los pilares de la actitud, el esfuerzo y la solidaridad.

martes, 15 de febrero de 2022

POR MÁS DÉCADAS DELANTE DEL MICRÓFONO




El pasado domingo se celebró el Día Mundial de la Radio. 

En atención a la fecha, comparto emocionada esta imagen con la que quiero reflejar mi pasión por las ondas, trasladar mi agradecimiento a cuantas emisoras me han acogido en sus estudios a lo largo de los años y manifestar el afecto que siento por sus equipos de profesionales. 

Por más décadas delante del micrófono brindando mi voz al milagro de la Comunicación.

viernes, 11 de febrero de 2022

MÁS CONCIENCIA PARA LA CIENCIA


Artículo publicado en El Día el 11 de febrero de 2022

Artículo publicado en La Provincia (Diario de Las Palmas) el 12 de febrero de 2022



Cada 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia con el fin de lograr su acceso y participación plena y equitativa, además de para lograr su empoderamiento y alcanzar la igualdad de género. Y es que, en la mayoría de los casos, las científicas se han visto condenadas a la invisibilidad o al olvido. Su existencia en este ámbito del saber ha sido negada, denostada y puesta en tela de juicio desde el principio de los tiempos. Incluso a día de hoy, cuando el número de universitarias en las aulas supera al de sus compañeros, la distribución según las diversas disciplinas continúa resultando bastante desigual. 

A mi juicio, una de las medidas más eficaces para favorecer la vinculación de las jóvenes estudiantes a las denominadas carreras STEM pasa por desmontar la falacia de que no existen referentes femeninos que avalen dicha elección, más allá de la física Marie Curie, primera ganadora de un premio Nobel y una de las escasas figuras que hasta ahora aparece en los libros de texto. Por ello, llevando a cabo un necesario acto de agradecimiento y admiración, y apelando a su derecho ser conocidas, reconocidas y valoradas, esta jornada se torna muy propicia para poner el foco si quiera sobre una mínima representación de ellas, cuyas destacadísimas contribuciones han cambiado el curso de la Historia. 

Numerosas son las congéneres que han engrosado el currículo científico de nuestro país, pese a que hasta 1888 no se permitió su entrada en las Universidades. Sirva como ejemplo representativo el de Margarita Salas, discípula de Severo Ochoa, junto a quien trabajó en Estados Unidos, y cuya vida se desarrolló en gran medida en el marco de un laboratorio, siendo la encargada de impulsar la investigación española en el campo de la bioquímica y la biología molecular. Allende nuestras fronteras, Hipatia de Alejandría desarrolló una gran labor en los campos de las matemáticas y la astronomía, y a ella se le atribuye la invención de instrumentos como el astrolabio o el densímetro. Por desgracia, no fue la única que pagó con su vida la brillantez de sus conocimientos y su particular estilo de docencia. 

También Ada Lovelace, considerada “la madre de la informática” se adelantó a su tiempo, al establecer el primer algoritmo destinado a ser procesado por una máquina. Nunca lo firmó, para evitar que fuera censurado por su condición de mujer. Gracias a su imaginación y a su aptitud para ver más allá de la realidad inmediata, desarrolló varios conceptos que actualmente se consideran visionarios. Tanto o más sangrante resulta el caso de Hedy Lamarr, actriz apodada “la mujer más bella del mundo”, pero que era infinitamente más que un cuerpo y una cara perfectos. Antes de debutar en Hollywood ya había estudiado ingeniería y su vasta formación intelectual le llevó a inventar el sistema de retransmisión de ondas por radiofrecuencia, clave para el envío de datos sobre el manejo y el lanzamiento de los torpedos de los submarinos aliados en la Segunda Guerra Mundial. Dicho sistema es el que se utiliza en la actualidad para establecer todas las comunicaciones seguras (WiFi, Bluetooth, GPS, contacto entre satélites…). Sin embargo, su creadora nunca fue retribuida y permanece anclada en la memoria colectiva por, entre otros, su personaje de la pérfida Dalila, culpable de la fatalidad de Sansón. 

Pondré el broche de oro con Rosalind Franklin, ignorada descubridora del ADN, que obtuvo la imagen de su estructura utilizando la técnica de fracción por rayos X. Partiendo de la misma, fueron sus colegas Watson y Crick quienes, de un modo execrable, publicaron un estudio en el que ella no figuraba. En 1962, cuatro años después de que Rosalind falleciera víctima de un cáncer con apenas 38 años, ambos recibieron sendos Premios Nobel. En honor a tantas científicas extraordinarias, pidamos pues más conciencia para la ciencia. Hoy y siempre.

martes, 8 de febrero de 2022

ANSIADO REENCUENTRO



En fechas recientes se celebró por fin mi ansiado reencuentro con las ponentes de las I Jornadas de Igualdad organizadas por la Asamblea Local de Cruz Roja que tuve el honor de moderar hace algunos meses.

Agradezco de corazón a mis admiradas Esther Medina, Beatriz Barrera, Patricia Ojeda y Raquel Gutiérrez (quien ejerció como anfitriona de lujo) su cariño, compromiso y generosidad, así como el apoyo entusiasta mostrado a los proyectos de visibilización “Mujeres de Justicia” y “Mujeres de Libro”, que con tanta emoción he elaborado junto a mis compañeras Asun Bosch y Natalia de la Cruz. 

Sororidad con mayúsculas.

viernes, 4 de febrero de 2022

"ASESINADO POR LA INDIFERENCIA"


Artículo publicado en El Día el 4 de febrero de 2022

Artículo publicado en La Provincia  (Diario de Las Palmas)  el 5 de febrero de 2022



Desde que era una niña, heredé de mi familia un profundo amor por el flamenco, seña de identidad del pueblo gitano que me ha ido acompañando a lo largo de la existencia en cada actuación de artistas de primer orden, cada palma, cada acorde y cada quejío. Mi insigne paisano, el maestro de la guitarra Agustín Castellón Campos, conocido como Sabicas, fue el impulsor de su internacionalización y fruto de ella, nació su fusión con otras corrientes musicales. Nacido en Pamplona en 1912 y fallecido en Nueva York en 1990, su figura ha dado lugar a que, desde 2014, se celebre en la Perla del Norte el prestigioso Festival Flamenco On Fire, acontecimiento cultural pionero que refleja las distintas expresiones de la escena flamenca, reuniendo anualmente en mi tierra de nacimiento a los artistas más consolidados y al talento emergente en todas sus disciplinas. Además de celebrar la figura del Maestro Sabicas y poner de relieve su legado, incorpora en cada edición una temática que impregna toda la programación bajo un enfoque de diseño contemporáneo. 

Tal vez por esa razón he sentido de un modo más desgarrador la horrenda muerte a los 84 años del fotógrafo franco suizo René Robert, herido y, posteriormente, víctima de la congelación tras sufrir una desafortunada caída en una calle de París, permaneciendo tendido en el suelo durante diez horas ante la indiferencia de los transeúntes, hasta que un hombre en la indigencia llamó a una ambulancia para socorrerle. Su amigo, el periodista Michel Mompontet, ha afirmado no sin razón que el artista que supo captar el alma de genios como, entre otros, Paco de Lucía o Camarón de la Isla (nunca olvidaré su actuación junto al excelente guitarrista Tomatito en el Pabellón Anaitasuna de la capital navarra) fue realmente “asesinado por la indiferencia”. Durante más de medio siglo atrapó la esencia del duende en un infinidad de maravillosas imágenes en blanco y negro plenas de arte y estética y que conforman un legado fotográfico llamado a ser eterno. Cuando se le preguntaba por el secreto de sus inigualables retratos se limitaba a afirmar “espero el momento”. Hombre de pocas palabras, por su objetivo pasaron figuras de la talla de Agujetas, Chano Lobato, Fernanda de Utrera o Eva La Yerbabuena. De hecho, Robert es autor de tres libros: “Flamenco” (1993), “La rage et la grâce” (2001) y “Flamenco attitudes” (2003). Finalmente, hace apenas un año cedió una colección fotográfica a la Biblioteca Nacional Francesa, donde se recogen instantáneas de numerosos artistas. 

Ante un hecho como el que nos ocupa, que tanta consternación ha provocado, cabe reflexionar sobre hasta qué punto el ser humano se ha vuelto indiferente ante el dolor ajeno. Y es que, más allá de casos individuales, la deshumanización suele ser considerada como una cuestión social. Puede decirse en un sentido amplio que las sociedades modernas ya no se conmueven ni se indignan por tragedias que antes sí les generaban un impacto. No sienten empatía o compasión, como ocurría en el pasado. Por motivos muy diversos, demasiadas personas se han distanciado de la esencia que, al menos en otros tiempos, caracterizaba a nuestra especie. Hace décadas que, por mor de un cuestionable progreso tecnológico, nos hemos alejado de la vida en comunidad para reemplazar cada vez con mayor frecuencia las relaciones interpersonales por vínculos virtuales. Por ello, me sumo al planteamiento del citado periodista galo cuando clama que “si esta muerte atroz puede servir de algo que sea esto: cuando un humano está tumbado en el suelo, a pesar de la prisa que tengamos, verifiquemos su estado. Paremos un instante. Este trágico y repugnante final nos enseña sobre nosotros mismos. Me gustaría mucho conocer al vagabundo que, a las 6 de la mañana, fue el único ser humano que pidió ayuda”. Ciertamente, también a mí me gustaría conocerle. Descanse en paz el magistral fotógrafo que convirtió su profesión en una pasión.

martes, 1 de febrero de 2022

DOBLE RACIÓN RADIOFÓNICA



Hoy tengo el placer de compartir una doble ración de enlaces de audio desde los estudios de Canarias Radio La Autonómica. 

El primero corresponde a una magnífica entrevista junto a Asun Bosch para el programa de Sofía Ramos “El laboratorio”, donde nuestras catorce Mujeres de Justicia fueron una vez más las merecidas protagonistas. 

https://www.ivoox.com/laboratorio-170122-audios-mp3_rf_80607484_1.html (a partir del minuto 8). 

Y el segundo, a mi habitual participación semanal en el magazine vespertino “Tarde o temprano”, de la mano de Mercedes Martín y Eugenio González. El micrófono como altavoz social.

https://go.ivoox.com/rf/81456802 (desde el minuto 3).