viernes, 30 de octubre de 2020

SOBRAN GOBERNANTES SIN CABEZA Y SIN CORAZÓN


Artículo publicado en El Día el 30 de octubre de 2020

Artículo publicado en La Provincia (Diario de Las Palmas) el 31 de octubre de 2020




A lo largo de la última semana he tenido la desgracia de leer dos informaciones coincidentes en una misma aberración: arrancar a los hijos de los brazos de sus padres. La primera se desarrolla cerca, en la isla de Gran Canaria. La segunda, más lejos, en la frontera entre Estados Unidos y México. Por decisión de la Fiscalía Provincial de Las Palmas, varios menores están siendo separados de sus madres o familiares tras llegar en patera a nuestro archipiélago. 

Al parecer, dicha separación se mantendrá hasta que las correspondientes pruebas de ADN demuestren, en ausencia de otra documentación acreditativa, el vínculo genético existente entre las partes. Entretanto, la Fiscalía General del Estado asegura que se trata de un criterio de carácter temporal, aunque reconoce que la notificación de dichos resultados conlleva ahora mismo grandes retrasos. Mientras, los voluntarios que se entregan en cuerpo y alma a mitigar este drama llevan más de dos meses escuchando los llantos y los ruegos de unas mujeres que, después de superar una peligrosísima travesía por el océano Atlántico, son separadas de sus vástagos hasta que se resuelva la duda sobre su maternidad. Parece que desde la propia Fiscalía han reevaluado por fin la proporcionalidad de esta medida, habida cuenta que el porcentaje de pruebas que revelan una inexistencia de parentesco es mínimo, y la lógica impone que hijos y padres aguarden juntos el resultado de las analíticas para evitar unas situaciones de semejante desgarro emocional. 

Cambiando de continente, y ya en puertas de las elecciones norteamericanas, el aspirante Joe Biden ha criticado duramente la política del presidente Donald Trump que ha acarreado la separación de miles de familias de inmigrantes desde 2017. La Administración estadounidense arrebató a cientos de hijos del seno de unos progenitores que, al parecer en muchos casos, fueron después deportados sin su prole. Todavía no se ha logrado ubicar a los padres de al menos 545 menores separados a la fuerza de sus familias indocumentadas, un fenómeno calificado textualmente por Biden como “una infamia, una falla moral y una mancha en nuestro carácter nacional”. Este posicionamiento en contra de los seres humanos que cruzaban la frontera entre México y Estados Unidos fue anunciado por primera vez en abril de 2018, aunque luego se reveló que el Ejecutivo de EE.UU. había comenzado las separaciones un año antes, como parte de un programa piloto ejecutado en secreto. 

Miles de familias fueron cercenadas hasta que la Casa Blanca, obligada por la enorme indignación ciudadana, suspendió la aberrante práctica. Tan pronto como saltó a la palestra aquella política de migración de “tolerancia cero”, aparecieron imágenes y audios de niños durmiendo en jaulas y clamando por sus padres y madres, lo que suscitó una oleada de críticas no sólo a nivel nacional, sino también internacional. Cuando los asistentes sociales del Departamento de Salud USA comenzaron su esforzada labor de localización de las familias de aquellos pequeños psicológicamente desolados, tal y como corresponde a cualquier procedimiento que involucre a un niño bajo custodia federal, descubrieron que las propias autoridades de Inmigración no habían llevado en muchos casos ningún registro de quiénes eran sus familiares ni de cómo contactar con ellos para proceder al reagrupamiento. Algunos niños entonces eran apenas unos bebés, pero por desgracia llevan años así. 

Menos mal que en el debate televisivo que puso punto final a la campaña electoral, Donald Trump tranquilizó a la audiencia (no sin cierta sorna), afirmando que las instalaciones de acogida reúnen unas adecuadas condiciones de limpieza e higiene. ¿Cabe mayor ruindad? Pocos escenarios me resultan más repugnantes. Espero que en un futuro próximo este individuo se vea obligado a rendir cuentas por su tamaña falta de humanidad. Y no sólo lo deseo por el hecho de ser madre (que también), sino por mi convencimiento de que a este mundo le sobran gobernantes sin cabeza y sin corazón.

martes, 27 de octubre de 2020

UNA ENTREVISTA A CORAZÓN ABIERTO





Gracias de corazón a mi querida Asun Bosch por este inesperado y emotivo nombramiento como "Jefa de octubre", con el que me brinda la oportunidad de visibilizar mis diversas actividades y hablar de mí misma, dos aspectos (la jefatura y la autoconfesión) que no había tenido la ocasión de experimentar hasta la fecha. 

Espero que les guste escuchar este ejercicio de sororidad (adjunto a continuación el enlace de audio con la entrevista y el acceso a la página web de "La Jefa").


https://www.ivoox.com/jefa-myriam-audios-mp3_rf_57381409_1.html?fbclid=IwAR21GdrQMleVFPal-5hWGIqpzeKiQ4DbTiGfXTQ_24xYyZtl7S0KInmLE5M

www.lajefa.org

viernes, 23 de octubre de 2020

UN MALTRATADOR NO PUEDE SER UN BUEN PADRE


Artículo publicado en El Día el 23 de octubre de 2020

Artículo publicado en La Provincia (Diario de Las Palmas) el 24 de octubre de 2020





Hasta hace bien poco tiempo, aunque un hombre matara a su mujer y fuera condenado por ello, seguía siendo el responsable de esos hijos a los que había dejado huérfanos hasta que se solventase el necesario proceso civil, lo que suponía un retraso muy considerable. El atávico concepto de “buen padre de familia” esgrimido por la Jurisprudencia había resultado siempre tan incuestionado que ni siquiera a causa del homicidio materno se perdía aquel poder omnímodo del “pater familias”. La patria potestad es una figura jurídica cuyo origen se remonta, pues, al Derecho Romano. A través de ella, se confiere a los progenitores la representación legal de sus hijos desde un doble contenido personal y patrimonial. Como deberes inherentes a la misma se encuentran los de velar por ellos, tenerles en su compañía, alimentarles, educarles y procurarles una formación integral, así como representarles y administrar sus bienes. 

Imagino que esa evidente incompatibilidad de ejercerla tras cometer actos tan reprobables como el que dio pie a una pionera sentencia del año 2015 (el acuchillamiento de la madre fue contemplado por la hija en común, que contaba por aquel entonces con tres años edad), llevó a los Magistrados del TS a manifestar textualmente que "repugna legal y moralmente mantener al padre en la titularidad de unas funciones respecto de las que se ha mostrado indigno, pues resulta difícil imaginar un más grave incumplimiento de los deberes inherentes a la patria potestad que el menor presencie el severo intento del padre de asesinar a su madre". 

El sentido común y las estadísticas ya venían demostrando reiteradamente las dramáticas consecuencias de estos crímenes sobre los menores, así como las del ejercicio de la patria potestad por parte de los asesinos desde prisión. No en vano son numerosos los testimonios de pequeños que manifiestan temor a quedarse con el progenitor en semejantes circunstancias, olvidando a veces los responsables judiciales de su destino que la Convención de los Derechos de los Niños, ratificada por España, señala que “se les debe escuchar conforme a su madurez y edad y tener en cuenta sus opiniones”. 

La futura Ley de Protección de la Infancia y la Adolescencia incluirá la suspensión del régimen de visitas de los hijos cuando su padre haya maltratado a la madre y ésta cuente con una orden de protección. Esta norma ha incorporado dos enmiendas para proteger a estos menores víctimas de violencia de género. La primera indica que los jueces estén obligados a suspender el régimen de visitas de un progenitor denunciado cuando se hayan dictado órdenes de protección de la madre y existan indicios de que los hijos han estado expuestos a dicha violencia de género. La segunda está destinada a reforzar que los jueces retiren la custodia compartida a los padres inmersos en estos casos. Se impedirá asimismo que los vástagos se vean obligados a visitar a su padre en la cárcel si ha sido condenado por esta causa. 

No es preciso llegar al extremo acabar salvajemente con una vida ni hacerlo a ojos vista de niñas y niños para adoptar una decisión tan acertada. El clima de continua violencia, los constantes ataques físicos y verbales, el acoso moral, las amenazas recurrentes y el terror ante un nuevo episodio de agresividad ocasionan en el ámbito doméstico perjuicios e impactos equivalentes. En otras palabras, la posibilidad de rehabilitación de los afectados correrá un grave riesgo y esa violencia entendida como método de establecimiento de relaciones se hará hueco en su carácter, dejándoles una huella indeleble. El estereotipo falaz de que un maltratador puede ser un buen padre se debe desmontar con urgencia y para siempre. Quienes decidan maltratar (a veces, hasta la muerte) a las madres de sus hijos tendrán que valorar si prefieren ser asesinos o padres, porque ejercer simultáneamente ambas facetas repugna a la ley, a la razón y, por supuesto, al corazón.

lunes, 19 de octubre de 2020

EN EL DÍA DE LAS ESCRITORAS




En este Día de las Escritoras que hoy celebramos quiero expresar mi cariño y admiración por las doce autoras que integran el grupo Generación 21 Nuevas Novelistas Canarias: Felicidad Batista, Cristi Cruz Reyes, María Teresa de Vega, Cecilia Domínguez Luis, Pilar Escalona, Ana Joyanes Romo, Elizabeth López Caballero, Mayte Martín, Fátima Martín Rodríguez, Maca Martinón, María Candelaria Pérez Galván y Elena Puchalt Ruiz. 

Pasado mañana estaba previsto que, gracias al ofrecimiento del editor Ángel Morales, yo fuera la presentadora de este libro que sostengo entre mis manos y cuya lectura recomiendo fervientemente, pero el acto al final se ha suspendido. 

Confío en que dicha presentación tenga lugar más pronto que tarde. Hasta entonces, continuaré denunciando esta situación de incomprensible abandono del sector artístico y apoyando la cultura en todas sus manifestaciones, pues sin ella no hay futuro.

Abrazos literarios y feliz jornada.

viernes, 16 de octubre de 2020

NOVATADAS A PRUEBA DE CORONAVIRUS



Artículo publicado en El Día el 16 de octubre de 2020

Artículo publicado en La Provincia (Diario de Las Palmas) el 17 de octubre de 2020




En la Universidad de Salamanca acaban de iniciar los trámites para expulsar de manera cautelar a setenta y cinco estudiantes del Grado de Estadística por su convocatoria de una barra libre sustitutiva de las novatadas. Debido a este acto tan imprudente, a partir de ahora será preciso seguir las clases de forma virtual hasta que culmine el rastreo y se obtengan los resultados de las PCR. Si se considera que las conductas de estos jóvenes han constituido infracciones contra la salud pública, la institución académica trasladará la información a las autoridades sanitarias para la imposición de las sanciones correspondientes, desde 100 euros en los casos más leves hasta 600.000 en los más graves. 

Y es que, coincidiendo con el comienzo del nuevo curso académico, la sempiterna tradición de las novatadas da el pistoletazo de salida en Universidades y residencias estudiantiles. Estas actividades aparentemente inocentes esconden en ocasiones una amplia gama de excesos cuyas víctimas son alumnos que acaban de incorporarse a las aulas. Idénticos atropellos se reproducen curso tras curso por toda la geografía española y a veces provocan en los afectados serias lesiones físicas y psicológicas. Debido a sus desagradables consecuencias, las novatadas se prohíben en algunas instituciones. Sin embargo, en otras muchas siguen considerándose una vía de integración (desintegración, a mi juicio) de los recién aterrizados. 

Hasta la llegada de la actual pandemia de coronavirus, estas prácticas aberrantes eran más difíciles de controlar, puesto que los denominados “veteranos” habían trasladado a las calles el ámbito de su comisión para evitar así las sanciones que, desde las respectivas sedes educativas, están obligados a imponerles. Estoy hablando de comportamientos que implican humillación, acoso y falta de respeto, generadores de un sufrimiento innecesario que, por regla general, es silencioso y soterrado. Con independencia de su intensidad, se establece como rasgo común el dominio de la voluntad de unas personas sobre otras, condición que choca frontalmente con una idea sana de las relaciones interpersonales y, por supuesto, de la diversión. 

Como muestra, me limitaré a referir algunos ejemplos ilustrativos que, aunque cueste creer, no son ni un invento ni una exageración: introducir un embudo por la boca y derramar bebidas alcohólicas a chorro, usar las manos y la lengua como cenicero, comer alpiste y alimentos para perros y gatos, soportar duchas de agua fría (desnudos o vestidos, juntos o por separado) como antesala de una noche entera a la intemperie, lavarse los dientes con la escobilla del baño, lamer el suelo o ser dianas de chanzas de contenido sexual, todo ello con el trasfondo de un ambiente bullanguero y chulesco. Estamos hablando de chicas y chicos en permanente vigilia y a disposición de los bravucones de turno, apenas dos años mayores que ellos, que les requieren para servicios tales como compra de libros, encargos de fotocopias, toma de apuntes o, simplemente, suministro de bocadillos y hielo, aunque sean las tres de la mañana. Así de “gracioso”. Así de delictivo. 

El Tribunal Supremo ya ha dictaminado que la realización de novatadas puede ser considerada como delito, así como las conductas que puedan producir sentimientos de terror, angustia e inferioridad susceptibles de humillar, envilecer y quebrantar, en su caso, la resistencia física y moral. Y el mismísimo artículo 10 de la Constitución Española dice textualmente que “la dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la Ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden político y de la paz social”. No debemos cerrar los ojos ante situaciones de este tipo, aunque no nos afecten de un modo directo. Desconozco si la inclinación a los abusos está o no en nuestro ADN pero, de lo que no me cabe la menor duda, es de que el sostenimiento de una sociedad digna y justa es tarea de todos los que formamos parte de ella. Sin excepción.

martes, 13 de octubre de 2020

GRACIAS A LOS MILAGROS DE LA TÉCNICA





Siempre hay una primera vez y, en esta ocasión, lo he podido comprobar participando en mi programa semanal de Canarias Radio La Autonómica, “Tarde o temprano”, acompañada de la preceptiva mascarilla. 

Aun así, y gracias a los milagros de la técnica, mi voz se escucha con claridad a partir del minuto 19 del enlace de audio adjunto, mientras disfruto de las sonrisas que mis compañeros, Mercedes Martín y Eugenio González, dibujan también en sus ojos.

http://www.rtvc.es/canariasradio/multimedia/Tarde%20o%20Temprano-14331/01-10-20-21.aspx#.X3blP9XwZz8

viernes, 9 de octubre de 2020

CONDENADAS A UNA DOBLE DISCRIMINACIÓN


Artículo publicado en El Día el 9 de octubre de 2020

Artículo publicado en La Provincia (Diario de Las Palmas) el 10 de octubre de 2020





El 19 de diciembre de 2011 la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió designar el 11 de octubre como Día Internacional de la Niña. La creación de esta jornada en el calendario universal fue promovida desde 2009 por la ONG Plan Internacional, una organización no gubernamental que funciona en varios países del mundo. Lo hizo a través de su campaña "Por ser niña", enfocada a acabar con la doble discriminación que sufren millones de pequeñas en todo el mundo por razón de su género y su edad. Con ello se pretende fomentar cada año el reconocimiento de sus derechos y dar a conocer a la opinión pública los problemas excepcionales que afrontan en todo el planeta. La propia resolución destaca la necesidad de invertir y sensibilizar a la sociedad sobre su necesario empoderamiento, con el objetivo de romper el ciclo de discriminación y violencia del que son víctimas. 

Alrededor de mil cien millones de niñas forman parte de una gran y vibrante generación mundial preparada para asumir el futuro. Como observa ONUMujeres -la agencia encargada de promover la igualdad de género- van al colegio, ayudan en casa, trabajan en fábricas, hacen amigas y amigos, cuidan de sus familiares mayores y menores, y se preparan para asumir las responsabilidades de la vida adulta. Desempeñan diversos papeles en el hogar, la sociedad y la economía, de tal manera que su progreso no sólo es bueno para ellas sino que lo es además para sus familias, sus comunidades, y sus naciones. Desde siempre han cambiado el mundo y esta actual generación puede hacerlo aún mejor. 

El lema de 2020, cuando se cumple precisamente un cuarto de siglo desde la adopción de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing -la agenda global para promover los derechos y el empoderamiento de las mujeres y las niñas a nivel mundial-, es “Mi voz, nuestro futuro en común”. Junto a esta importante guía se unen asimismo otros esfuerzos, como la iniciativa denominada “Generación Igualdad”, otra acción audaz sobre la igualdad de género con una narrativa clara relacionada con las necesidades y oportunidades de las adolescentes, así como con las posibles soluciones a sus problemas. Es preciso, pues, aprovechar la oportunidad de diseñar un mundo mejor con la inspiración de estas niñas adolescentes, en el que se sientan motivadas y gocen de reconocimiento, que las tenga en cuenta e invierta en ellas, dado que su evolución no está yendo a la par de las realidades a las que se enfrentan día a día, y máxime si se tiene en cuenta que la terrible pandemia de coronavirus ha incrementado todavía más estas brechas. 

Cuestiones como la educación (31 millones que están en edad de cursar estudios de Primaria se encuentran sin escolarizar en el mundo), la mutilación genital (más de 30 millones corren el riesgo de sufrirla en los próximos diez años), el matrimonio infantil (cada siete segundos una menor de 15 años es obligada a casarse en algún lugar del mundo), la violencia basada en el género (las adolescentes son más propensas a experimentar ciertas formas de violencia que los varones, incluida la violencia sexual), la exclusión económica (cuando los recursos del hogar son limitados, las normas sociales en muchos lugares dictan que los niños deben ser priorizados, dejando a las niñas con escasas oportunidades para la educación y en situación de riesgo de mala salud y nutrición) o la trata y la esclavitud (chicas en busca de una vida mejor pueden ser engañadas o empujadas a trabajos forzados o explotación sexual) nos compelen a no mirar hacia otro lado. 

Esta nueva generación requiere de nuestro apoyo para acelerar el cambio social. Ha llegado ya la hora de aunar nuestros esfuerzos para que un panorama tan sangrante cambie lo antes posible. No abandonemos a estas niñas y adolescentes que encarnan el futuro. Seamos su voz. Luchemos por ellas.

martes, 6 de octubre de 2020

JEFA DE OCTUBRE





No tengo palabras para agradecer a mi querida compañera charteriana Asun Bosch el emocionante detalle de escogerme como su “Jefa” de octubre. 

Mujer comprometida con la igualdad de género, ingeniera química y maestra cervecera artesana, encabeza un maravilloso proyecto que recomiendo conocer a través de su página www.lajefa.org. 

Su valentía y coraje en estos tiempos tan difíciles son ejemplo e inspiración, y merecen el mayor de los apoyos y reconocimientos. 

Durante el presente mes publicará en sus redes diversas informaciones sobre mi actividad como jurista, mediadora y comunicadora, visibilizando asimismo algunas de mis facetas asociadas a las artes y al voluntariado social. 

Gracias de corazón, Asun, por tu generosidad y espíritu de equipo. Son la mejor prueba de que la unión hace la fuerza y de que juntas valemos más.

viernes, 2 de octubre de 2020

LA DESFACHATEZ COMO MODELO DE COMPORTAMIENTO


Artículo publicado en El Día el 2 de octubre de 2020

Artículo publicado en La Provincia (Diario de Las Palmas) el 3 de octubre de 2020



Un servidora, parte del pueblo llano, de la vulgar plebe, sierva de la gleba y sufrida víctima de unas crisis provocadas por otros que no tienen visos de pagar por ello, procuro aprovechar cualquier ocasión para sumergirme en universos alternativos en los que olvidarme, al menos momentáneamente, de este linaje que nos ha colocado en un estremecedor punto de difícil retorno. Una reunión en buena compañía suele alzarse como mi más gratificante actividad para ser capaz de digerir determinadas noticias que, por escandalosas, a veces me veo obligada a trasegar desde la ironía pura y dura, como mero método de supervivencia. De lo contrario, las probabilidades de sufrir un ataque de ansiedad o de mala leche se me dispararían hora a hora y minuto a minuto. Motivos, desde luego, no me faltan. 

Entre la infinita sarta de despropósitos que estamos abocados a padecer de un tiempo a esta parte, me ha parecido particularmente bochornoso el perpetrado por el edil de Innovación del Ayuntamiento de Valencia, de nombre Carlos Galiana quien, escondido tras la inevitable mascarilla, simuló hablar en perfecto inglés mientras su discurso era doblado por otra persona. Si todavía no han visto su encendida defensa de la candidatura de la capital del Turia en el idioma de Shakespeare corran a hacerlo. Les garantizo que no se arrepentirán. Rodrigo Rato, de nuevo en la palestra, ya advirtió años ha de que los cargos públicos españoles estaban muy mal pagados y, con semejantes retribuciones tan poco apetitosas, resultaba harto complicado para los partidos reclutar mentes privilegiadas dispuestas a inmolarse por servir a la ciudadanía. Debe ser por eso, pienso yo, que los estadounidenses que aspiran a llegar a la Casa Blanca y a las más altas instancias de la Administración norteamericana acostumbran a estar forrados de antemano, con el fin de que sus saneadas cuentas corrientes neutralicen las ansias mangantes que devoran a sus colegas de la Europa meridional. 

Tampoco se quedan atrás algunos mandamases cuando nos regalan otra visión del asunto, al afirmar que “hay gente que con esfuerzo e inteligencia natural es capaz de darle tres o cuatro vueltas a otro que ha estudiado dos o tres carreras universitarias”, o que “con dieciocho años se puede ser concejal. No hace falta tener estudios. Basta con ser una persona lógica y trabajadora.” A esta revolucionaria teoría se le conoce popularmente como Universidad de la Vida que, a las pruebas me remito, se torna al parecer incompatible con la opción que yo considero más deseable: contar con una formación académica sólida y, además, tener dos dedos de frente y una conciencia a prueba de tentaciones. Más allá de la tristeza que me produce comprobar su indigencia intelectual, lo verdaderamente imperdonable es que existan en todo el espectro ideológico individuos que, sirviéndose de la ambigüedad y las falsas verdades, se dediquen a engordar sus exiguos currículos para embaucar a quienes deberían gobernar con respeto, rigor y profesionalidad. 

Los hay de derechas y de izquierdas, mujeres y hombres, jóvenes y ancianos y, por regla general, les une un concepto de la Política asociado al trinque al por mayor y a la perpetuación en la poltrona. Basta con escucharles durante un par de minutos para detectar sin margen de error su pobreza discursiva en el fondo y en la forma. La fórmula que emplean de cara a la galería es un alarde de imprecisión y elasticidad denominado “tener estudios en”, como aquel Secretario de Estado de la Seguridad Social que, pese a llevar tres lustros haciéndose pasar por médico, jamás se licenció en la carrera de referencia, pequeño detalle que obvió a la hora de cumplimentar su hoja de servicios al intelecto. Descubierto el pillaje, el flamante alto cargo se apresuró a aclarar que él nunca afirmó que fuera galeno, sino que poseía “estudios en Medicina”. Y, acto seguido, se volvió a su despacho, lo mismito que el concejal ché. Así nos va.