jueves, 24 de febrero de 2011

LÁGRIMAS DE SANGRE




Hay días que no merecen amanecer y hoy es uno de ellos. Te levantas por la mañana y la actualidad te sacude un puñetazo en mitad del rostro, dejándote noqueada por el impacto y sin más alternativa que seguir con la rutina diaria de uniformes, desayunos, mochilas, colegio, despacho, supermercado, comida, más despacho, más colegio, meriendas, tareas, baños, cenas y así, hasta el infinito. Bendita rutina cuando está bañada de amor y respeto.


El locutor, con la voz levemente quebrada, transmite a sus oyentes la noticia, otra noticia, la enésima noticia, la enésima muerte, la enésima atrocidad. Pero esta vez con un ingrediente más espantoso, más nauseabundo si cabe. Un ángel de cinco años observa fijamente el cadáver de su madre sobre un charco de sangre, las baldosas pintadas de rojo. Como telón de fondo, el silencio de la noche, la oscuridad. Espera a que amanezca. Con inexplicable puntualidad y en la soledad más absoluta acude a su lejana escuela y se dirige a algunos profesores que están en la puerta. Letra a letra, palabra tras palabra, es el momento de decirlo: MI PAPÁ  HA MATADO A MI MAMÁ.  


Se llamaba Montse, 44 años, agente de seguros, dos hijas, apuñalada por la espalda, duodécima víctima de la violencia de género del año en curso. Nunca más volverá a llevar a su ángel al cole.


La policía se afana en localizar al asesino, que ha huido después del crimen.


Yo me trago las lágrimas mientras me pregunto qué se puede hacer para frenar esta escalada de dolor.    

2 comentarios:

  1. No dejé de pensar ese día cómo podría recuperarse la inocencia de esa niña para toda su vida...sentí pena, mucha pena. No puedo evitar mirar a mi hija y sentir horror ante algo así para cualquiera que tenga esa mirada inocente....

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  2. Así es,Susana. Confío en que el futuro le depare a esa criatura algo mejor que el pasado. Ser testigos de los dramas infantiles nos llena de dolor y de desasosiego. Nos queda el consuelo de llenar de amor a nuestros hijos y de denunciar a viva voz estas atrocidades que suceden a diario en nuestra sociedad. Un abrazo.

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