viernes, 3 de marzo de 2023

ENTRE BICHOS ANDA EL JUEGO


Artículo publicado en El Día el 3 de marzo de 2023

Artículo publicado en La Provincia (Diario de Las Palmas) el 4 de marzo de 2023




Resulta sorprendente que determinadas recomendaciones lleguen a nuestras vidas tan a tiempo. Así, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria acaba de autorizar el consumo de la larva de escarabajo del estiércol, ya sea entera o en forma de polvo. Por lo visto, esta nueva fuente de proteínas ha demostrado ser segura para la ingesta humana en preparaciones congeladas y liofilizadas, por lo que podría añadirse como ingrediente a diversos productos como barritas de cereales, pasta, análogos de carne y productos de panadería. Desde 2018 la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición había incluido también en su oferta al gusano de la harina, la langosta migratoria y el grillo doméstico. De hecho, la propia Organización de las Naciones Unidas ya indicó en su momento que comer insectos era una opción alimenticia a valorar, máxime para los millones de habitantes de este planeta de las desigualdades que se mueren de hambre mientras sus homónimos del primer mundo nos ponemos a dieta de cara al verano, cuando la “Operación Bikini” da el pistoletazo de salida con su habitual puntualidad británica. 

Lástima que ese sol estival no saldrá tampoco este año para incontables hombres y mujeres que se debaten entre el cero de sus ingresos y la nada de sus planes de futuro. Es una suerte para ellos, virtuales comedores de bichos alados, que lleven tantísimos años acostumbrados a tragar sapos y a echar culebras por la boca. Yo misma me he unido al carro de la deglución anfibia desde que el escenario informativo diario se ha convertido en un lodazal. En otras palabras, que engullendo bicharracos vomitivos y criaturas viscosas de ojos saltones no tenemos rival. Aunque el tema me repugne, una de las mayores tragaderas la representa el panorama que precede a las campañas electorales y que da más pena que gloria, cuando no, directamente, una vergüenza ajena de la que ningún partido se libra. Animados por el fin último de permanecer en el poder unos o de llegar a él otros, mantienen una cuestionable legislación electoral que, lejos de representar la auténtica voluntad popular, propicia la creación de pactos postelectorales que a menudo se sitúan a años luz de los verdaderos deseos de los electores. Aritmética democrática lo llaman. 

La optimización competencial del actual modelo de Estado tampoco entra en sus planes inmediatos, porque lo de reducir el gigantismo de las Administraciones no pasa de ser un mero argumento electoralista que, una vez alcanzado el Gobierno, se condena al olvido general por espacio de cuatro años más. En cuanto a la independencia del Poder Judicial, cuestión que como jurista me afecta en lo más profundo, continúa pintando color de hormiga legislatura tras legislatura, empezando por la Fiscalía General del Estado y terminando por los Altos Tribunales, desde el Supremo al Constitucional, sin visos de cambio y arrastrando una irrefrenable merma de su prestigio. Tampoco el sector de los medios de comunicación se queda atrás, ya que cuando las crisis de todo tipo entran por la puerta, la imparcialidad salta por la ventana, al tiempo que la voz de su amo eleva el tono cuatro escalas. 

Al parecer, la ingesta de saltamontes, arañas y gusanos va a ser un juego de niños si, al menos, se demuestra que su contenido en proteínas, vitaminas y minerales resulta similar a los de la carne y el pescado. Con embadurnarlos en mojo u otra salsa al gusto, listo. Después de todo, sus hermanos sapos ya se han encargado históricamente de facilitarles el acceso a unos estómagos a prueba de bombas. Lástima que la ONU no nos haya recomendado aún ningún brebaje para aliviar el agotamiento de nuestras mentes y el sufrimiento de nuestros espíritus. Con la que se avecina, lo espero ansiosamente. Por lo pronto, procedo a desconectarme de inmediato de discursos, soflamas y propagandas venideras para no perder el equilibrio mental y, sobre todo, el emocional.

2 comentarios:

  1. Tal y como nos tienes "bienacostumbrados", Myriam (y válgame el burdo intento neológico), das en el centro de la diana con tus textos. No sobra o falta ni una sola palabra, pero haré hincapié en lo que mencionas acerca de la legislación electoral: "lejos de representar la auténtica voluntad popular". Ese es el auténtico rostro de esa legislación (y advierto que soy un completo ignorante en materia de leyes), abierta a los intereses del partidismo y de la demagogia más absolutas. Qué bocanada de aire fresco me resultan, y deberían resultarle a toda persona con un mínimo de criterio, estos artículos tuyos, necesarios y dignos de propagarse por todas las vías posibles con la encomiable misión de abrir el entendimiento de tantas personas, capacitarlos para mirar a la casta política con una visión esclarecida y proporcionarles solvencia moral suficiente como para poner convenientemente en tela de juicio tanto postulado huero y disparatado como nos quiere hacer deglutir y digerir esa caterva de incapaces que, para nuestra desgracia, gozan de, en palabras de Dorine Keir, esposa del filósofo y periodista francés André Gorz, "tanta libertad para tan poca responsabilidad". Saludos.

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  2. Cuánta razón contienen tus palabras, Pablo. Donde unos ven aritmética democrática y legitimidad teórica, otros vemos falta de ética y ausencia de moral. En fin, seguiremos denunciando, si quiera para responder ante nosotros mismos, a la postre nuestros mayores jueces. Abrazos luminosos.

    MYRIAM

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