martes, 14 de octubre de 2014

NADIE TE RECORDARÁ POR TUS NOBLES PENSAMIENTOS SECRETOS




Por la belleza de sus palabras y por la filosofía del mensaje que encierran,

quiero compartir este texto que se atribuye parcialmente a

Gabriel García Márquez

con todas aquellas personas que, por una u otra razón, se asomen a este blog.



Agradezco el regalo de su envío a Conchita, a quien tanto quiero.



A ella, que habla con los ángeles.




Si por un instante Dios se olvidara
 de que soy una marioneta de trapo 
y me regalara un trozo de vida,
 aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera.

Posiblemente no diría todo lo que pienso,
 pero en definitiva pensaría todo lo que digo. 



Daría valor a las cosas, no por lo que valen, 
sino por lo que significan.


Dormiría poco, soñaría más,
 entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos
 perdemos sesenta segundos de luz. 


Andaría cuando los demás se detienen.


Despertaría cuando los demás duermen.


Si Dios me obsequiara un trozo de vida, 
vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma.

A los hombres les probaría cuán equivocados están
 al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen,
 sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.


A un niño le daría alas,
 pero le dejaría que él solo aprendiese a volar.

A los viejos les enseñaría que la muerte 
no llega con la vejez sino con el olvido.


Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres…


He aprendido que todo el mundo quiere vivir
 en la cima de la montaña sin saber que la verdadera felicidad está
en la forma de subir la escarpada.

Escucharía cuando los demás hablan,
 y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate. 



Dios mío, si yo tuviera un corazón,
 escribiría mi odio sobre hielo 
y esperaría a que saliera el sol. 



Pintaría con un sueño de Van Gogh
 sobre las estrellas un poema de Benedetti
 y una canción de Serrat sería la serenata
 que le ofrecería a la luna.

Regaría con lágrimas las rosas para sentir el dolor de sus espinas 
y el encarnado beso de sus pétalos.

Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida…

No dejaría pasar un solo día 
sin decirle a la gente que quiero que la quiero.


Convencería a cada mujer u hombre de que son mis favoritos y viviría enamorado del amor. 



Me apartaría de los necios, los habladores, de las gentes con malas costumbres y actitudes.

Sería siempre honesto y mantendría llenas de amor y atenciones a las personas de mi alrededor.

Siempre trataría de dar lo mejor.



He aprendido que, cuando un recién nacido 
aprieta con su pequeño puño
 por vez primera el dedo de su padre,
 lo tiene atrapado por siempre.

He aprendido que un hombre
 sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo
 cuando ha de ayudarle a levantarse.


Trata de decir siempre lo que sientes y haz siempre lo que piensas en lo más profundo de tu corazón.

Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma.

Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo, te diría “te quiero” y no asumiría tontamente que ya lo sabes.

Siempre hay un mañana y la vida nos da siempre otra oportunidad para hacer las cosas bien pero, por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuánto te quiero, que nunca te olvidaré.

El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso, no esperes más.

Hazlo hoy, ya que, si mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo.

Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien.

Toma tiempo para decirles “lo siento”, “perdóname”, “por favor”, “gracias” y todas las palabras de amor que conoces.

Nadie te recordará por tus nobles pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y la sabiduría para expresarlos.

Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes…

Pero, realmente, de mucho no habrán de servir.


Porque cuando me guarden dentro de esa maleta,
 infelizmente me estaré muriendo.
















5 comentarios:

  1. Gracias por este regalo, Myr
    Besos
    Rose

    ResponderEliminar
  2. No se merecen. Compartir la belleza es algo más que una satisfacción. Es una obligación.

    Besos soleados.

    ResponderEliminar
  3. Yo me siento afortunada por partida doble, Myriam. Disfruto de nuevo de este mensaje y comparto junto con mis chicos, el día a día con la persona que lo envió. :).
    Besos enormes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es, y no cabe mayor fortuna. Lo mejor, además, es que eres consciente de ella. No me cabe duda de que sabrás disfrutarla siempre. Los genes te ayudan.

      Mil besos para ti y tu maravillosa familia, que es también mía.

      Eliminar
  4. Maravillosos mensajes Míriam. Los tendre siempre en mi humilde caminar en esta vida.Gracias por compartirlos. Besos.

    ResponderEliminar