martes, 20 de enero de 2015

TUS PIES TOCO EN LA SOMBRA






Tus pies toco en la sombra y otros poemas inéditos, el libro póstumo del insigne poeta Pablo Neruda, acaba de llegar a las librerías precedido de su condición de “lanzamiento más importante del año”.

Se trata de veintiún poemas que habían escapado al ojo atento de Matilde Urrutia, viuda del Nobel chileno, que fue la primera persona que emprendió la búsqueda de textos inéditos de su esposo. Fue hace casi cuatro años cuando la Fundación que lleva el nombre del celebrado autor se propuso elaborar un catálogo de originales y, al proceder a revisar las cajas de documentos, se toparon con la inesperada sorpresa.

Alumbrados después de Canto general (1950), estos escritos abarcan ese largo período de madurez lírica que se extiende desde el inicio de la década de los cincuenta hasta la muerte del poeta, en 1973. Son versos con entidad propia y de una, en palabras de Pere Gimferrer (que prologa la obra), “liberadora fortaleza verbal”.

Para ordenarlos se ha optado por un criterio temático, agrupándolos en “poemas de amor” (los seis primeros) y “otros poemas” (los quince restantes), que versan también sobre grandes ejes tales como cuestiones autobiográficas, aspectos de su patria o recuerdos de sus viajes. Destaca especialmente el hecho de que se haya respetado la ortografía original, sobre todo en lo referente a la ausencia de signos y puntuación.

Supo Neruda que el “tú y yo” del amor interioriza en la intimidad el diálogo de cada corazón con los otros y del ciudadano con la sociedad. Por eso, defendió la alegría y el amor feliz, la prueba última de que es posible pronunciar al viento la palabra “nosotros”.

Y también supo que la palabra del poeta es algo más que un adorno. Es un modo de ser dueño de uno mismo, de la propia conciencia y de la mirada personal.

Con Neruda empieza todo, igual que con Juan Ramón, Machado, Lorca, Alberti, Cernuda o Valente. Porque, mientras el vivo regresa de su cansancio, el oficinista, de su oficina, la abogada, de sus pleitos y la maestra, de su escuela, la poesía siempre vuelve a darle una vuelta al mundo, a la necesidad de sentir, de ser nosotros mismos y de encontrar una respuesta a la vida que aprieta.







2 comentarios:

  1. Mmm qué delicia, Myr. Lo apunto para degustarlo poco a poco.
    Gracias preciosa.
    Un besote invernal.

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  2. Yo también lo tengo en mi lista de próximas lecturas. La buena poesía es siempre una inversión rentable para el alma.

    Más besos

    MYRIAM

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