miércoles, 11 de octubre de 2017

DÍA INTERNACIONAL DE LA NIÑA







El 19 de diciembre de 2011 la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió designar el 11 de octubre como Día Internacional de la Niña. La creación de un día para las niñas en el calendario universal fue promovida desde 2009 por la ONG Plan Internacional, una organización no gubernamental que funciona en varios países del mundo. Lo hizo a través de su campaña internacional "Por ser niña", enfocada a acabar con la doble discriminación que sufren millones de niñas en todo el mundo por su género y por su edad. Con ello se pretende fomentar cada año el reconocimiento de los derechos de las niñas y dar a conocer a la opinión pública los problemas excepcionales que afrontan en todo el mundo. La propia resolución destaca la necesidad de invertir y sensibilizar a la sociedad sobre el necesario empoderamiento de las niñas con el objetivo de romper el ciclo de discriminación y violencia de las que son víctimas, y promover y proteger sus derechos humanos. 

Alrededor de mil cien millones de niñas forman parte de una gran y vibrante generación mundial preparada para asumir el futuro. Como observa ONU-Mujeres -la agencia de la ONU encargada de promover la igualdad de género- las niñas van al colegio, ayudan en casa, trabajan en fábricas, hacen amigas y amigos, cuidan de sus familiares mayores y menores, y se preparan para asumir las responsabilidades de la vida adulta. Desempeñan diversos papeles en el hogar, la sociedad y la economía. Por tanto, su progreso no sólo es bueno para ellas. También lo es para sus familias, sus comunidades, las naciones y el planeta. Las niñas siempre han cambiado el mundo y esta generación puede hacerlo aún mejor. 

El tema de 2017 quiere resaltar que las niñas en situaciones de crisis siguen siendo una fuente de poder, energía y creatividad pero, al mismo tiempo, se encuentran entre los grupos de población más vulnerables y frágiles. Cuestiones como la educación (31 millones que están en edad de cursar estudios de Primaria se encuentran sin escolarizar en el mundo), la mutilación genital (más de 30 millones corren el riesgo de sufrirla en los próximos diez años), el matrimonio infantil (cada siete segundos una menor de 15 años es obligada a casarse en algún lugar del mundo), la violencia basada en el género (las adolescentes son más propensas a experimentar ciertas formas de violencia que los varones, incluida la violencia sexual), la exclusión económica (cuando los recursos del hogar son limitados, las normas sociales en muchos lugares dictan que los niños deben ser priorizados, dejando a las niñas con escasas oportunidades para la educación y en situación de riesgo de mala salud y nutrición), la trata y la esclavitud (chicas en busca de una vida mejor pueden ser engañadas o empujadas a trabajos forzados o explotación sexual). 

Unamos, pues, nuestros esfuerzos para que esta realidad tan sangrante cambie lo antes posible. No abandonemos a estas niñas, que son el futuro. Seamos su voz. Luchemos por ellas.

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