domingo, 26 de enero de 2025

30 AÑOS DESPUÉS



Hijo mío: 

Mañana es el gran día. Otro 27 de enero. Así, hasta treinta que han pasado desde que por vez primera te tuve entre mis brazos, en una soleada tarde de invierno pamplonés. Nunca podré olvidar aquel momento mágico. Me pareciste el niño más precioso que había visto jamás. Tenías los ojos abiertos y mirabas mi rostro fijamente, como si ansiaras por fin ponerle cara a aquella mujer que llevaba nueve meses contándote sus cosas, esperándote con ansiedad, convencida de que lo mejor de su existencia estaba por llegar. Y no me equivoqué lo más mínimo. Nuestro aspecto ha cambiado mucho, pero conservamos intactas la esencia y la sonrisa. Hoy deseo, pues, compartir este testimonio del infinito amor que siento por ti y del agradecimiento que va unido a él. GRACIAS por darme tantas satisfacciones. GRACIAS por acompañarme en el camino. GRACIAS por dejarme que te abrace tanto. GRACIAS por recordarme a tu abuelo cuando caminas. 

Feliz cumpleaños, Miguel. Feliz futuro. Feliz vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario