martes, 28 de febrero de 2017

EL SOL REZA UNA ORACIÓN EN EL CARIBE






Santa Cruz de Tenerife eligió la pasada semana a su Reina del Carnaval 2017. 
Se trata de la joven Judit López García, que se alzó con el cetro de las Carnestolendas (dedicado en esta edición al Caribe) con la fantasía 'Madame Soleil', del diseñador Jorge González Santana, representando a la empresa Fuentealta. 
La Primera Dama de Honor es Laura Rodríguez Jorge, cuyo traje lleva por título 'Oración Caribe', del diseñador Daniel Pagés, representando a McDonald's y La Opinión de Tenerife.
Esta tarde encabezarán el tradicional y multitudinario Coso Apoteosis, que recorrerá la Avenida de Anaga de la capital tinerfeña entre los aplausos del numeroso público asistente.
El Carnaval de Santa Cruz de Tenerife está considerado el segundo carnaval más famoso del mundo, después del de Río de Janeiro, ciudad brasileña con la que está hermanada. 



viernes, 24 de febrero de 2017

PONGA UN ROBOT EN SU VIDA



Artículo publicado en La Opinión de Tenerife el 24 de febrero de 2017





El fundado temor ante la rápida progresión de la inteligencia artificial ocupa desde hace tiempo el estudio y la observación de expertos de todo el mundo. Desde el Foro Económico Mundial se augura en el próximo lustro la destrucción de siete millones de empleos en los quince países más desarrollados del planeta y desde algunas instituciones ya se trabaja en los escenarios venideros que crearán los androides dentro de las sociedades avanzadas. No es ninguna película de ciencia ficción y, por eso mismo, los líderes en el campo de la innovación coinciden en asegurar que este debate no puede esperar más. Las autoridades políticas y científicas, pues, han de estar preparadas antes de que sean los propios robots quienes se conviertan en sus interlocutores al otro lado del tablero de juego.

En esta carrera contra el auge de las máquinas se enfrentan dos contrincantes. Por un lado, las tecnologías inteligentes, es decir, esos autómatas de nueva generación que sustituyen a personas de carne y hueso y que vislumbran acabar con millones de puestos de trabajo. Por otro, los programas informáticos con sus correspondientes asistentes virtuales, que llevan a cabo las tareas administrativas que hasta ahora desempeñaban hombres y mujeres. Menos mal que, como hay estadísticas para todo y para todos, parece que son muy pocas las ocupaciones que podrán ser totalmente automatizadas a corto y medio plazo, lo que, a la vista del actual panorama laboral, supone un alivio considerable.

No obstante, la pregunta a plantear es si se crearán suficientes empleos capaces de absorber a esos colectivos de profesionales que se verán condenados a perder el suyo, sustituidos por un ordenador o un humanoide. Todavía no se ha alcanzado ni por asomo la cota máxima de evolución tecnológica, pero ya se van apreciando fenómenos como el notable aumento de parados de larga duración, para quienes los sucesivos Gobiernos habrán de replantearse fórmulas e iniciativas como, por ejemplo, la tan traída y llevada renta básica -con sus luces y sus sombras-. Otra de las sugerencias más polémicas consiste en la imposición de una tasa equivalente a una cotización, que nutra la Seguridad Social y garantice el mantenimiento del Estado del Bienestar. En otras palabras, que las empresas aporten una cantidad económica por robot destinada a pagar las pensiones.

Algunos no han tardado en tildar esta propuesta de disparate, pero auténticos visionarios como Bill Gates se han mostrado alineados con el razonamiento. Lejos de todo pesimismo, el fundador de Microsoft no cree que el pago de un impuesto de estas características desincentive las ansias de innovar. Por el contrario, cree que la automatización de muchas tareas arduas o que acarrean un elevado gasto a nivel sanitario servirá para impulsar otros ámbitos de servicios (como el relativo al cuidado de las personas mayores), que requieren ineludiblemente de rasgos como la humanidad y la empatía.

También resulta deseable desarrollar programas de formación dirigidos a individuos con bajo nivel de cualificación, a fin de insertarlos posteriormente en las modernizadas esferas productivas, dado que se trata de perfiles que carecen de habilidades digitales y cuyo desconocimiento en estas materias puede incrementar todavía más la desigualdad social. Se impone asimismo iniciar estos proyectos desde la más tierna infancia en los centros educativos y preparar a los niños en las competencias necesarias para habitar en este mundo cada vez más mutable, haciendo especial hincapié en su educación emocional y de valores. 

En este sentido, me entristece constatar que, a la opción existente de adquirir un amante sintético (algún que otro empresario ya se está forrando con el negocio), dentro de nada se añadirá la de la utilización de androides con idéntica finalidad. Desconozco si el alma vendrá incluida en el lote aunque, habida cuenta que veintiún gramos es un peso lo suficientemente escaso como para no incrementar los costes de distribución, no lo descartaría yo del todo. Cosas del “progreso”.



martes, 21 de febrero de 2017

"LO QUE DE VERDAD IMPORTA"







El domingo acudí al cine para ver la película de Paco Arango "LO QUE DE VERDAD IMPORTA". El pasado 15 de febrero se acababa de conmemorar, como cada año, el Día Internacional del Cáncer Infantil, una enfermedad que actualmente afecta a los hijos de tres amigas mías. Por lo tanto, no podía dejar de asistir a la proyección de esta cinta, cuya recaudación está destinada a mejorar la vida de estos niños y adolescentes luchadores, cuyo ejemplo nos llena de fuerza y de amor por la vida.

Cuenta la historia de un joven cuya existencia en Inglaterra se está viniendo abajo, con una empresa a punto de cerrar y un sinfín de problemas acumulados que condicionan su futuro. Inesperadamente, un tío suyo al que no conoce hace acto de presencia para trasladarle una misteriosa propuesta que le permitirá empezar otra vez desde cero. La única condición exigida es que se traslade a vivir a un pequeño pueblo de Canadá durante doce meses. Allí conocerá a todos sus habitantes que, por una serie de errores de interpretación, le tomarán por un sanador, una especie de mesías al que llevan décadas esperando. Cuanto más se empeña en negar sus poderes curativos, más resultados positivos se observan en la salud de sus vecinos, animales incluidos. Así es como descubre un secreto familiar que le atribuye el don de curar. Ahora deberá elegir entre aceptarlo o rechazarlo. Y será una quinceañera aquejada de un cáncer terminal la que le brinde esa última oportunidad para reconsiderar el sentido de su vida.

El realizador de la cinta, Paco Arango, pidió en 2001 a un amigo que le buscase un proyecto en el que “mancharse las manos” y al que pudiera donar su tiempo y devolver parte de la suerte que le había sonreído desde que nació. Con esa idea en la cabeza, llegó un miércoles por la tarde al Hospital Infantil Niño Jesús de Madrid y se quedó para siempre. Ese fue el origen de la Fundación Aladina, que proporciona apoyo integral, a través de asistencia psicológica, material y emocional, a niños y adolescentes enfermos de cáncer, así como a sus familias. Para ello cuenta con un equipo de profesionales y voluntarios que trabajan para hacerles más ameno el tiempo que pasan en el hospital, ayudándoles a desconectar y a olvidar la enfermedad, pero también a comprenderla y a asumir su nueva situación. En diciembre de 2016, la Fundación inauguró la nueva UCI ALADINA en el citado centro sanitario, creando una unidad de cuidados intensivos pionera en España y que mejorará las perspectivas de más de 800 niños enfermos anualmente.


Por esa razón, aunque "LO QUE DE VERDAD IMPORTA" no pueda considerarse una obra maestra desde el punto de vista estrictamente cinematográfico (si bien su visión resulta agradable), sí lo es en atención al fin que persigue. Desde  este blog recomiendo acudir a las salas de proyección para contribuir al estudio y tratamiento de una enfermedad que va aumentando notablemente sus índices de curación.

viernes, 17 de febrero de 2017

SOBRE LA LEGITIMACIÓN SOCIAL DE LOS NUEVOS MODELOS FAMILIARES



Artículo publicado en La Opinión de Tenerife el 17 de febrero de 2017

Artículo publicado en La Provincia (Diario de Las Palmas) el 23 de febrero de 2017




En pocos ámbitos como en el familiar se aprecia de un modo más patente el gran cambio experimentado en las últimas décadas. El modelo denominado tradicional, compuesto por el padre, la madre y los hijos, presenta a día de hoy una notable evolución que ha dado lugar a familias reconstituidas, ensambladas, monoparentales, homoparentales y, más recientemente, creadas a través de la maternidad subrogada. 

Este fenómeno, al alza en los últimos años, no implica que deje de ser el núcleo central de las relaciones afectivas. Significa tan sólo que ya no se asienta únicamente sobre lazos biológicos, sino también de otra índole. Se trata, pues, de un universo interpersonal sometido a múltiples influencias y que reclama una legitimación social y una regulación legislativa apropiada.

Ser conocedores de esta diversidad y de las problemáticas que genera supone un primer paso imprescindible para acelerar las necesarias reformas legislativas llamadas a rellenar esas lagunas existentes que operan en detrimento de los menores que forman parte de estos nuevos patrones sobrevenidos. En ese sentido, considero que es deber de los juristas ejercer su profesión en pro de la ciudadanía y vivir la justicia de un modo cercano, sobre todo cuando se trata de velar por el bienestar de los más pequeños de nuestra sociedad.

Abundando en la misma idea, las instituciones también han de responder con celeridad a estos imparables cambios sociales que nos afectan, ofreciendo respuestas tendentes a normalizar la diversidad en vez de crear grupos excluidos y, en consecuencia, vulnerables. Recientemente, la Delegada del Gobierno para la Violencia de Género, exponiendo el marco teórico sobre la concepción de la familia en la Constitución y en la jurisprudencia constitucional, ha descrito a la actual familia española como “pequeña, cambiante y diversa, cuya regulación posee un carácter ético, puesto que atiende a la protección de los más vulnerables, primando el interés comunitario sobre el personal, pero con un sentido personal frente a lo patrimonial. Es un orden jurídico que ha pasado de jerárquico a horizontal y que supone nuevos retos sobre otras problemáticas sociales, como la dependencia, la igualdad de la mujer, la discapacidad o la violencia sobre la infancia, y para lo que sería de gran ayuda que las estadísticas salieran a la luz, como ha ocurrido con la violencia de género”.   

El hecho cierto es que muchas personas acuden a los juzgados para solucionar diversos conflictos que, con la actual jurisprudencia, no son sencillos de resolver, aunque prevalece en todo caso el interés de los menores y la voluntad de mantenerles a salvo de las discrepancias. En mi opinión, una de las asignaturas pendientes más prioritaria es la de atribuir una posición adecuada a las nuevas parejas de los progenitores, así como a las figuras del padre y la madre no biológicos, en aras a abordar asuntos tan esenciales como el ejercicio de la autoridad parental, la delegación de funciones, la guarda en caso de enfermedad o el derecho de visitas, entre otras.

No obstante, esta regulación tan ineludible no requiere solamente de la intervención de profesionales del Derecho sino, en gran medida, de la participación y el buen criterio de otros especialistas que desarrollan su labor en campos relacionados con la infancia. Exigir una formación especializada en estas nuevas clases de vínculos y fomentar la figura de la Mediación Familiar para alcanzar soluciones más creativas, flexibles y tolerantes con las que convertir el entorno familiar en un universo enriquecedor y al margen del enquistamiento de roles, es una vía muy aconsejable para restablecer la cordialidad y la convivencia, así como la de incluir equipos de apoyo en las propias sedes judiciales. 

Asimismo resulta básico escuchar a todos los implicados en estos nuevos escenarios y, muy particularmente, a los propios niños, porque con sus testimonios pueden iluminar el camino hacia la mejor solución. Las familias cambian, pero los afectos deben permanecer.