jueves, 23 de febrero de 2012

CATÁLOGO DE ESPECIES A EXTINGUIR: VI. LOS FALSEADORES DE CURRICULUM

Artículo publicado en La Opinión de Tenerife el 23 de febrero de 2012


Nosotros, el pueblo llano, la plebe vulgar, los siervos de la gleba, las sufridas víctimas de una crisis provocada por otros que no tienen visos de pagar por ello, aprovechamos los carnavales para sumergirnos en un universo alternativo en el que olvidarnos, al menos momentáneamente, de esa casta político financiera que nos ha colocado en un estremecedor punto de no retorno. Un animado baile y una copa en buena compañía se alzan como las más gratificantes actividades que nos ayuden a digerir algunas noticias recientes que, por escandalosas, es preferible abordar desde la ironía pura y dura. De lo contrario, las probabilidades de sufrir un ataque de mala leche se le dispararían al más pintado. Desde luego, sobran los motivos.

Abriendo la veda de los despropósitos, el antes ministro y ahora banquero Rodrigo Rato ya advirtió a principios del presente mes de que los políticos españoles están muy mal pagados y que, con semejantes retribuciones tan poco apetitosas, era muy complicado para los partidos reclutar mentes privilegiadas dispuestas a inmolarse por el servicio público. “Esto no es bueno para la atracción de talento ni de personas comprometidas” el presidente de Bankia dixit. Con un par. Será por eso, pensé yo, que los estadounidenses que aspiran a ser mandatarios acostumbran a estar forrados de antemano con el fin de que sus saneadas cuentas corrientes neutralicen las ansias mangantes que devoran a sus colegas de la Europa meridional.

Tampoco se quedaron atrás hace apenas unos meses nuestros  dirigentes nacionalistas más conspicuos -a saber, el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero y la diputada nacional de su formación, Ana Oramas-,  quienes, entonando un canto a la ignorancia, nos regalaron otra visión del asunto al afirmar respectivamente que “hay gente que con esfuerzo y con su inteligencia natural es capaz de darle tres o cuatro vueltas a otro que ha estudiado dos o tres carreras” y que “con dieciocho años se puede ser concejal. No hace falta tener estudios, basta con ser una persona lógica y trabajadora”. A esta revolucionaria teoría ya se le conoce popularmente como Universidad de la Vida y, al parecer, es incompatible con la opción que yo considero más deseable: contar con una formación académica sólida y, además, tener dos dedos de frente y una conciencia a prueba de tentaciones.

Pero todavía hay más. La semana pasada pudimos asistir al bochornoso descubrimiento del falso curriculum del recién nombrado Secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, quien, pese a llevar tres lustros haciéndose pasar por médico, jamás se licenció en la carrera de referencia, pequeño detalle que obvió a la hora de cumplimentar su hoja de servicios al intelecto. Descubierto el pillaje, el flamante alto cargo se ha apresurado a aclarar que nunca afirmó que fuera galeno sino que poseía “estudios en Medicina”.

Más allá de la tristeza de comprobar su indigencia intelectual, lo verdaderamente imperdonable es que existan en todo el espectro ideológico dirigentes que, sirviéndose de la ambigüedad y de las falsas verdades, se dediquen a engordar sus exiguos currículos para embaucar a esos ciudadanos a quienes deberían gobernar con rigor y profesionalidad. Los hay de derechas y de izquierdas, mujeres y hombres, jóvenes y viejos, y por regla general les une un concepto de la política asociado al trinque al por mayor y a la perpetuación en la poltrona. La fórmula que emplean de cara a la galería es un alarde de imprecisión y elasticidad denominada “tener estudios en”, lo que traducido al román paladino significa “formación y cultura subterráneas”. Basta con escucharles durante un par de minutos para detectar sin margen de error su estulticia y su pobreza discursiva, plagada de “concetos” tales como “miembras, cónyugues o diabetis. Así nos va.

2 comentarios:

  1. Hola Myriam:
    ¿Qué tal estás?, transcribo aquí, tal cual, el comentario colgado en al Opinión, para que no se lo lleve el viento, que las liñas de la ropa de los Foros son efímeras.El tema da mucho de sí. A ver si la gente se anima y se mete en esta afición tan rara de escribir de lo divino y lo humano.
    Mis motivos para dedicarme a "esto": Peor estaría robando o en el vicio (argumento convincente copiado de mi abuela).
    Oye, en uno de los temas anteriores me dijiste de una intervención tuya en la radio...¿?
    Un abrazo y buenos carnavales (lo poco que queda)

    [Felicito a Myriam por su singular coleccionable. Sobre el fascículo de hoy 1) CRITERIO RATO. ¿Cuál es el espesor mínimo (medido en fajos de 500) del sueldo de un político para que la vocación se le pose en su cabeza a modo de lengua de fuego, y partir de aquí nos restriegue por el jocico su sangrante sacrificio por la colectividad. ¡O por ti mism@! O estás en la poltrona o eres parásito –te soltará-, cuando no enemigo, el del NO al homo empichado, vicioso amante de las pardelas, manifestante sin causa, etc.; pero bájale el sueldo por debajo del umbral y volveremos a `Inicio´. Reset. O sea: El patriota profesional ¿nace o se guisa? Depende del sueldo. 2) CRITERIO ORAMAS/RIVERO. 2.1) Tener dedos de frente y espabilado como una tea. Sí, en el Partido el que no corre vuela . . del asiento, y sin billete de vuelta. 2.2) `Ser persona trabajadora y lógica´. Depende. Los caminos de promoción política tienen su lógica interna, y en cuanto a trabajar, tirar de levitas cada día es agotador, y tiene su aquello: si tiras mucho, la rompes; si tiras flojo, no promocionas. Trabajo y lógica internas, ¿algo que ver con la patria? 3) Sobre POLÍTICO MENGANO Y SUS ESTUDIOS DE Medicina o algo d´eso era. Mengano se insinúa, mostrando sin mostrar. Déjalo, que la erótica del poder tiene su morbo. CONCLUSIÓN: Estamos en un mundo muy complejo, y eso requiere formación, amplia y sólida, más que ornamental o erudita de salón. Pero a esta condición, necesaria, le falta ¡lo más difícil!: la actitud. Grandes títulos tienen, por ej., unos cuantos miembros del gobierno actual. Mucha aptitud, sí, pero ¿y las actitudes o decisiones que están tomando?¿y ese tono arrogante con que se relamen? ¿Saben acaso a dónde va esta guagua, o sólo pulsan botones de `razón instrumental´ sobre la marcha? Formación del político: sí, indispensable ¿Pero de qué tipo? Y queda siempre la ética como examen final, que no aprueban sino dos o tres. Los héroes de hoy. El tema tiene su miga. Un saludo.]

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  2. Buenas tardes Nómada y, de nuevo, gracias por tus siempre bienvenidos comentarios. Te confieso que lo de "singular coleccionable" me ha hecho mucha gracia. Espero seguir ampliando mi catálogo en el futuro. Desde luego, especies a extinguir no me faltan. Abundando en el artículo, estoy completamente de acuerdo contigo cuando te refieres a la ética como examen final y a ella aludía de refilón al hablar de conciencia a prueba de tentaciones. En política siempre han pintado bastos en este tema y sospecho que es un problema irresoluble.
    En cuanto a mi intervención radiofónica, el lunes 13 me pidieron que hiciera una valoración jurídica de la condena a Baltasar Garzón en Inter Radio Tenerife pero no he podido conseguir todavía el enlace de audio. Desde el mes de junio participo todos los viernes en una tertulia de esa emisora y te garantizo que es una experiencia casi tan singular como la del coleccionable. Por último, te animo a que sigas escribiendo, ya sea en tu blog o en cualquier otro medio. Hacen falta voces críticas y plumas ágiles y las tuyas lo son (y mucho). Un abrazo y feliz fin de semana.

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