martes, 10 de febrero de 2015

EN PLENA SINTONÍA




COMPARTO ESTAS HERMOSAS PALABRAS

QUE ME ENVÍA MI AMIGA GLADYS.

MIL GRACIAS, PRECIOSA, POR SER Y POR ESTAR. 

AHORA Y SIEMPRE.


“Dicen que a cierta edad las mujeres nos hacemos invisibles.

Que nuestro protagonismo en la escena de la vida declina.

Y que nos volvemos inexistentes para un mundo en el que sólo cabe el ímpetu de los años jóvenes. 

Yo no sé si me habré vuelto invisible para el mundo.

Es muy probable.

Pero nunca fui tan consciente de mi existencia como ahora.

Nunca me sentí tan protagonista de mi vida.

Y nunca disfruté tanto de cada uno de sus momentos. 

Descubrí que no soy una princesa de cuento de hadas.

Descubrí al ser humano que sencillamente soy.

Con sus miserias y sus grandezas. 

Descubrí que puedo permitirme el lujo de no ser perfecta.

De estar llena de defectos.

De tener debilidades.

De equivocarme.

De hacer cosas indebidas.

De no responder a las expectativas de los demás.

Y, a pesar de ello, quererme mucho y aún amar, sentir, vibrar. 

Cuando me miro al espejo, ya no busco a la que fui en el pasado.

Sonrío a la que soy HOY.

Me alegro del camino andado y asumo mis contradicciones. 

Siento que debo saludar con cariño a aquella joven que fui.

Pero dejarla a un lado, porque ahora me estorba.

Su mundo de ilusiones y fantasía ya no me interesa.

Me interesa ser yo, aquí y ahora.

¡Qué bien no sentir ese desasosiego permanente que produce correr tras los sueños!

¡Qué bien poder disfrutar del silencio y de los pensamientos! 

¡Qué lindos son los recuerdos y sonreír tras ellos! 

La vida es tan corta y el oficio de vivirla es tan difícil,

Que, cuando uno comienza a aprenderlo, ya hay que morirse.

Por eso, trato de vivirla en plenitud.

Como si hoy fuera el último día. 

Gozando cada minuto, cada momento.

Cada “te quiero”.

Cada rayo de sol que me acaricia.

Y tan sólo puedo dar gracias por toda esta maravilla. 

Por mi familia y por mis amigos,

Que comparten conmigo su experiencia en los sufrimientos y en las alegrías.

Por sentir la gran dicha de ser mujer”. 


4 comentarios:

  1. Querida Myr, llevo un tiempo sin comentar las entradas de tu blog, pero que sepas que lo sigo visitando, que cada día me identifico más contigo, creo que en otra vida fuimos gemelas idénticas, siamesas o algo más estrecho, si cabe.
    Si no comento, es porque esta época del año es de mucho trabajo para mi, y me tengo que conformar con leer y callar (que no es poco), pero en esta última entrada, no he querido dejar pasar la ocasión de escribirte. Aunque te paso 5 años, me identifico totalmente con tu sensación de invisibilidad hacia el exterior (que no es tal, en tu caso) y a la vez, de la máxima visibilidad interna. Para mi, desde luego, una de las épocas más felices de mi vida, por no decir la más. La madurez es lo que tiene, ajustas tus expectativas, eres más consciente de todo, y das importancia sólo a lo importante. Disfrutas de lo que tienes y ya no sufres por lo que no tienes.
    Qué afortunada soy de poder leerte y, sobre todo, de poder quererte.
    Besicos forales desde el Polo Norte.

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  2. Gracias siempre, Rosa, por tu trayectoria personal y profesional. Para mí eres una referencia permanente y tus comentarios me animan a seguir adelante. De sobra sabes que ocupas un lugar preferente en el universo de mis afectos. Personas como tú mejoran mi existencia y son inspiración.

    Mis besos cruzan el océano con destino a mi amada tierra y hoy son para ti.

    MYRIAM

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  3. Precioso Myr, y qué fortuna contar con personas tan afectuosas y sensatas a tu alrededor. Aunque nos llevamos unos años entiendo perfectamente estas emociones y palabras que son una meta muy deseable.
    Besicos preciosa.

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  4. Me consta que las entiendes y que tú también alcanzarás esa meta tan deseable con toda seguridad.

    Por lo pronto, disfruta del presente y no olvides que lo más importante de la vida son las personas.

    Más besos

    MYRIAM

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